Nuestro mundo es el mundo | Artículo de Joan Tapia

Trepidante fin de curso

El precio del gas se vuelve a disparar y Sánchez quiere recuperar a ERC para los presupuestos

Pedro Sánchez, junto a Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, en el Congreso.

Pedro Sánchez, junto a Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, en el Congreso.

Joan Tapia

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El anuncio de Rusia de que el Nord Stream 1, que acababa de ser reabierto, volverá a reducir el gas que facilita a Europa (del 40% al 20% del anterior a la invasión de Ucrania) ha hecho que los precios del gas se dispararan un 30% en dos días y ha acentuado el pesimismo. ¿Cortará Putin el grifo en otoño?

Y hoy el FMI rebajó las previsiones de crecimiento y subió las de inflación. Para Europa redujo el crecimiento al 2,6% este año y al 1,2% en 2023, pero advirtió que el cierre del grifo ruso podría dejar en cero el del 2023. Para España el recorte es mayor, pero desde un punto más alto y se queda en el 4% (recorte del 0,8%) en 2022 y el 2% (recorte del 1,3%) en 2023. Y el economista-jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, advirtió que el BCE está ante un reto crucial: “enfriar una economía en expansión es fácil, pero es mucho más difícil bajar la inflación cuando la economía bordea la recesión.”

Es en este contexto mundial en el que España se prepara para un agosto festivo y un otoño que quita el sueño. Y el Gobierno, tras el golpe de Andalucía y el 'respiro' del debate del estado de la nación, no lo tiene fácil. Ayer mismo se conoció la sentencia del Supremo que condena a pena de cárcel a José Antonio Griñan y a inhabilitación a Manuel Chaves, dos expresidentes andaluces. Gran bofetada y todo lo contrario a una alfombra para el politburó de nueve miembros recién creado por Sánchez. 

Además, los sondeos de esta semana de 'La Razón' y 'eldiario.es', de tendencias contrarias, son bastante coincidentes y aumentan lo ya apuntado por el CIS. El PP está en cabeza con clara ventaja sobre el PSOE y sube no tanto por un descenso socialista sino porque, tras Andalucía, conquista parte del electorado de Vox que ha dejado de crecer y retrocede respecto a 2019. Bueno para Feijóo que, no obstante, aún está lejos de la mayoría absoluta. Según 'La Razón' le faltan 36 escaños para alcanzarla.

Pero Sánchez presume de resiliente y no da nada por perdido. Mañana mismo se reúne la famosa mesa de negociación Gobierno-Generalitat. Tratará de la 'desjudicialización' del conflicto (lo que les vaya a pasar a dirigentes independentistas aún pendientes de juicio). Y del pacto o disenso puede depender que el Gobierno logre aprobar los presupuestos de 2023. La clave podría ser la reforma (suavización) del delito de sedición. Sánchez se dice partidario, pero afirma carecer de mayoría para aprobarla. Mucho depende de que Sánchez se atreva (con Patxi López de portavoz en el Congreso puede ser más fácil), y de que ERC, sin renunciar a la amnistía, esté dispuesta a apoyarla, pese a las críticas del independentismo radical.  

Y la ministra de Hacienda ya ha dado el pistoletazo de salida a los presupuestos al presentar el techo de gasto para 2023, que sube a 198.000 millones con un aumento del 1,1%. Un máximo histórico tras subidas altas los últimos años. Sin los fondos europeos se quedan en 173.605 millones, pero con un aumento mayor del 1,9%. Y todo en base a un cuadro macroeconómico optimista que prevé un aumento del PIB del 2,7% en 2023. Parece que Calviño, pese a que rebaja sus previsiones, apuesta por el color rosa porque el FMI bajó ayer el crecimiento de 2023 al 2%. 0,7 puntos menos que Calviño. 

Así, el déficit público bajaría del 5%, cierre previsto de 2022, al 3,9%. Sánchez y Calviño apuestan por el optimismo (aunque nadie sabe lo que pasará en 2023) porque es la forma de hacer unos presupuestos que puedan aprobarse en el Congreso. Pero, en todo caso, el primer reto es conseguir el apoyo de Podemos (pese al prometido aumento de los gastos de Defensa), de ERC, del PNV y Bildu, y de algunos otros. No será tarea fácil para María Jesús Montero, una ministra de Hacienda voluntariosa, de la total confianza del presidente y que ha sabido contener a Podemos, pero que será vista con más prevención al convertirse además en a 'vicejefa' del PSOE.

No es fácil ser la ministra que vigila el gasto y la que negocia. ¿Solchaga de día, Guerra de noche?

Hablaremos otro día, pero el viernes saldrá un dato clave: el PIB español y europeo en el segundo trimestre. Afectará a la credibilidad del cuadro de Calviño. Atentos.

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