Pros y contras | Artículo de Emma Riverola

Qué fácil, el odio

Aquel "A por ellos' fue repugnante. Tanto como el tuit de Josep Rull

Un tanque ruso en la destruida Grozni.

Un tanque ruso en la destruida Grozni.

Emma Riverola

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No han pasado ni siete semanas. En este lapso, miles de personas han sido asesinadas, torturadas o violadas en Ucrania. En un suspiro han pasado de la paz a la guerra. A tratar de sobrevivir a las bombas y las balas. A empuñar las armas. A contemplar cadáveres en sus calles. Y a respirar odio. El odio de los invasores. El odio propio. Atrocidades a raudales y el envilecimiento del alma. Y qué rápido, qué terriblemente rápido explota la paz en mil pedazos.  

No han pasado ni siete semanas y Josep Rull no ha podido resistirse. En su tuit, un vídeo de las tropas rusas que parten a la guerra despedidas entre vítores y un comentario: “A pesar de la distancia (en todos los sentidos), estas imágenes nos son inquietantemente familiares”. Podría referirse al fervor con el que muchos barceloneses recibieron al ejército de Franco, pero más bien parece hacer referencia al “A por ellos” que acompañó a policías que se desplazaron a Catalunya el 1-O. Aquel cántico fue repugnante. Tanto como el tuit de Rull. No hay ni un rastro de inocencia al hacer esta comparación justo cuando vamos sabiendo de las atrocidades cometidas en Bucha. Qué fácil, qué terriblemente fácil es jugar con el odio. 

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