Música

Rosalía: Chicken Teriyaki mi gata quiere Maki

Lo ha vuelto a hacer. Reconstruye el genero del reguetón y se reinventa en cada nueva canción. Rompe esquemas

Rosalía

Rosalía / INSTAGRAM

Imma Sust

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Lo ha vuelto a hacer. A Rosalía, hija de este siglo, no le da la gana hacer lo que su público espera de ella. No hay mayor rebeldía en este mundo que, teniendo el talento que tiene la catalana, se permita el lujo de presentar su nuevo disco con un par de canciones aparentemente chorras, como 'Saoko' o 'Chicken Teriyaki'. Una servidora detesta el reguetón, pero reconozco que lo que está haciendo Rosalía no me disgusta del todo. Ha cambiado las letras machistas del reguetón 'mainstream' por palabras sin sentido llevadas al absurdo. Y, francamente, prefiero oír “Chicken Teriyaki mi gata quiere Maki”, antes que “Pepa y agua 'pa' la seca. 'To' el mundo en pastilla en la discoteca.” Muchos fans de la etapa de 'El mal querer' le recriminan que no siga por aquel camino y no están contentos con el nuevo rumbo que ha tomado la artista. Algunos incluso llaman al futuro disco 'El mal componer'. Pero ella se ríe de sus 'haters'. Contesta sus tuits con ironía y presenta sus canciones haciendo 'tiktoks'. Reconstruye el genero del reguetón y se reinventa en cada nueva canción. Rompe esquemas. Y yo que me escucho las nuevas canciones una y otra vez y aunque me cuesta, voy a analizando y encontrándole el sentido a todo. Como el buen arte, no se entiende a la primera y tiene muchas capas. Transformación, cambio, poderío, inspiración y valentía. 

El 18 de marzo saca el disco 'Motomami' y los 'tracks' que nos ha regalado ya la han convertido en 'trending topic', aunque sea a golpe de 'hater'. Pero Rosalía no tiene miedo a las críticas y sabe muy bien quien es y donde está. Igual el estilo de Rosalía es que no tiene estilo o no quiere encasillarse en ninguno. Con cada nuevo disco defrauda a algunos fans y gana otros nuevos, pero no le importa. Se lo permite y se lo regala. Hace lo que le sale de la peineta. Junta el jazz con el reguetón y se queda tan ancha. Rosalía hace arte y se divierte viendo como le explota la cabeza a su público. Pero lo tiene todo controlado, que no os quepa la menor duda. Una mujer que monta en Kawasaki no puede estar equivocada.

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