Ágora

Las extraescolares: un espacio educativo esencial

Actividades en el bosque durante las colonias de El Periódico y Fundesplai

Actividades en el bosque durante las colonias de El Periódico y Fundesplai / Jordi Play

José Antonio Ruiz Montes

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La Mesa de tardes educativas que próximamente pondrá en marcha Barcelona es una nueva política educativa y cultural municipal para garantizar el derecho y la equidad de acceso a las actividades extraescolares que desde Fundesplai celebramos enérgicamente. Posiblemente el contexto de pobreza y crisis generalizada en el que estamos inmersos, agravado por la emergencia sanitaria, haya sido el detonante. Es una decisión valiente y un paso muy importante para el sector del ocio educativo.

La educación no se detiene al salir de la escuela. Se extiende a lo largo y ancho de la vida, de pequeños a mayores y dentro y fuera de la escuela. Esto implica repensar los entornos de aprendizaje y una apuesta decidida de coordinación de esfuerzos entre todas las instituciones y recursos socioeducativos.

El ocio educativo forma parte de estos entornos de aprendizaje desde hace décadas, dentro y fuera de las escuelas. Y lleva mucho tiempo reivindicando su papel educador. Papel que, por otra parte, es reconocido por normas legales internacionales (Convención de los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas) y de nuestro país (Estatut de Catalunya, Llei d’Infància 14/2010, LEC 12/2009 y Pacte per la Infància de 2013).

Diferentes informes (2014: Síndic de Greuges Catalunya; Recomendaciones UE: 2013/112/) y estudios (2013: La Participación infantil y la construcción de ciudadanía, Novella, A.; Llena, A. y otros), aportan evidencias muy claras sobre el impacto de las extraescolares en el desarrollo integral de la infancia, y confirma lo que los profesionales del ámbito, las familias y los propios niños sabíamos: el ocio educativo es esencial. Participar en estas actividades contribuye al éxito educativo porque refuerza las competencias sociales y emocionales y las transversales; amplía las oportunidades educativas, especialmente de los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad; son escuela de ciudadanía y participación; antídoto contra la exclusión y contribuyen significativamente a la cohesión social; estimulan la creatividad y despiertan nuevas inquietudes y naturalmente también ayudan a conciliar la vida familiar y laboral.

Históricamente la educación en el tiempo libre en Catalunya ha contado con el bagaje de los centros de esplai, de los caus, de las asociaciones de carácter deportivo, cultural, social... y ha convivido con una oferta creciente de propuestas extraescolares muy heterogénea, tanto por el tipo de actividad como por el agente que las promueve.

Pensamos que todos los modelos de ocio pueden ser válidos siempre y cuando parten de las necesidades de niños y adolescentes y se planteen formalmente una acción educativa integral e inclusiva.

El modelo de ocio educativo que propone Fundesplai apuesta claramente por una educación humanista, orientada al bien común y a actuar desde una perspectiva de carácter ético ante los retos globales, tal y como recoge el último informe de la UNESCO 'Los futuros de la educación', que estimule la participación y la ciudadanía activa, la solidaridad, la convivencia y la sostenibilidad, la igualdad de género y, en general, los valores humanos; fomenta la igualdad de oportunidades de los niños como parte del derecho a la educación en el tiempo libre, garantizando el acceso y evitando la estigmatización de los servicios o la creación de guetos que haría más profunda la brecha social existente; se basa en los principios de ciudad educadora y cooperación con las familias, administraciones, centros educativos y otros servicios y entidades culturales; y convierte el territorio en protagonista de los proyectos educativos de ocio infantil, aportando elementos de identidad y trabajo comunitario y rehuyendo de iniciativas que conviertan al niño en un consumidor pasivo.

Habrá que velar por que el despliegue de estas nuevas políticas incluya al mismo nivel criterios sociales, económicos y de calidad educativa, contando con las entidades de ocio arraigadas en el territorio y se vayan extendiendo al resto de territorios.

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