Ágora

La gran ola de covid hoy es la distribución de vacunas en el mundo

Es el momento de reclamar con contundencia que las promesas hechas por los países más desarrollados de donar más de mil millones de dosis se materialicen de verdad

FILE PHOTO: Kenyan tour guide Daniel Ole Kissipan receives the AstraZeneca/Oxford vaccine under the COVAX scheme in Nairobi

FILE PHOTO: Kenyan tour guide Daniel Ole Kissipan receives the AstraZeneca/Oxford vaccine under the COVAX scheme in Nairobi / MONICAH MWANGI

Maribel Moya

Maribel Moya

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Este sábado es el primer Día Internacional de la Profesión Médica, una fecha muy señalada para todos los facultativos del planeta que compartimos valores, vocación, conocimientos y sobre todo compromiso hacia el paciente, en definitiva, un compromiso hacia la salud de todos los que formamos parte del planeta.

Este día se creó por iniciativa del Consejo General de Médicos de España en el seno de la Asociación Médica Mundial para reconocer la labor de la profesión en todo en el mundo en un momento tan trágico como la pandemia de covid-19, en la que hemos sufrido miles y miles de pérdidas de compañeros en todo el mundo, 118 tan solo en España.

En línea con este compromiso global y solidario que caracteriza a la profesión médica, no podemos dejar pasar este día sin lanzar un mensaje clave y fundamental que, creemos, no está teniendo la relevancia que debería, y que no es otro que las enormes disparidades de los índices de vacunación frente al covid en el mundo. No puede ser que, en África, a apenas dos horas en vuelo de nuestro país, hablemos de porcentajes inferiores al 10%. Algo está fallando si ante un desafío global como está siendo la actual pandemia existen estas enormes diferencias.

El pasado mes de septiembre, el director general de la Organización Mundial de la Salud aseguraba que, de las más de 5.700 millones de vacunas administradas en el mundo, solo un 2% habían llegado a África, una cifra que se torna aún más vergonzosa si sumamos el dato ofrecido por el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (África CDC) quien denunció también hace un mes que menos de un 3,5% de la población del continente africano ha recibido la pauta completa de vacunación contra el covid-19.

Estos datos, además de suponer un claro error en el objetivo de lograr la inmunización total y de frenar el virus, suponen una brutal injusticia y una incapacidad para gestionar los recursos en un mundo globalizado. Es imprescindible que se actúe para corregir estas cifras y por eso, una vez más, desde la profesión médica reclamamos un mayor esfuerzo por parte de los responsables políticos y organizaciones internacionales para que las vacunas lleguen a todos, porque ahora no existe un problema de abastecimiento, sino un grave problema de distribución que no está siendo debidamente abordado.

Aunque sea tarde, es momento de reflexionar y de priorizar a las personas vulnerables en todo el mundo para que haya vacunas suficientes para inmunizar a al menos el 10 % de la población de cada país, y proteger así a quienes están en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave y morir. Es el momento de reclamar con contundencia que las promesas hechas por los países más desarrollados de donar más de mil millones de dosis se materialicen de verdad –según la OMS, tan solo un 15% de esas promesas se han materializado–, así como que la industria dé más prioridad al programa de reparto de vacunas Covax. Solo así frenaremos la gran ola a la que nos enfrentamos hoy en el mundo, y que se manifiesta de manera clara en la desigual distribución de las vacunas. Desde la profesión médica siempre alzaremos la voz para combatir la mayor de las enfermedades, que no es otra que la desigualdad y la pobreza.