Apunte

ERC, ni moderada ni realista

Pla mitja del coordinador d ERC  Pere Aragones  amb una foto de Francesc Macia al balco de la Generalitat darrere  el 20-3-21 (horitzontal)  ERC Marc Puig ACN

Pla mitja del coordinador d ERC Pere Aragones amb una foto de Francesc Macia al balco de la Generalitat darrere el 20-3-21 (horitzontal) ERC Marc Puig ACN / ERC Marc Puig

Joaquim Coll

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Karl Deutsch en 'Las naciones en crisis' (1981) explica que el nacionalismo es la ideología que más inhibe a los individuos de seguir un comportamiento racional en la toma de decisiones, de forma que las sociedades fuertemente nacionalistas a menudo acaban actuando en contra de sus propios intereses. Para este politólogo alemán, el nacionalismo puede calificarse de “moderado” si sus defensores se siguen guiando en el día a día por análisis realistas. En Catalunya el 'pujolismo' representó eso durante décadas, pero con Artur Mas todo cambió y se puso primero en manos de los republicanos Oriol Junqueras y Marta Rovira, que son los padres del independentismo mágico. Poco después tuvo que reírle las gracias a la CUP y su sucesor, Carles Puigdemont, se sometió a una moción de confianza en 2016 para que los antisistema le aprobaran los Presupuestos y el 'procés' siguiera adelante. El principio de realidad saltó por los aires en 2017.

El nacionalismo “moderado” ya no existe en Catalunya, lo que hay es un independentismo que se denomina “realista”  y que, oh, sorpresa, encabeza ERC. Pero se trata de un realismo que nada tiene que ver con los intereses de los catalanes, con su bienestar y progreso, sino que apela al pragmatismo para rivalizar con Junts por el poder. Rovira, que es secretaria general de ERC, repite constantemente que se ha de luchar contra el Ibex-35, es decir, también contra las grandes firmas catalanas como Fluidra, Sabadell, Almirall, CaixaBank, Cellnex, Colonial y Grífols. Los republicanos han interiorizado prácticamente el mismo discurso de la CUP contra el mundo económico. Recordemos que Junqueras ya propuso hace años parar una semana la economía catalana para que España “temblara”. Ahora Pere Aragonès se ha comprometido para lograr la investidura, aunque ya veremos cuáles son las condiciones que le pone finalmente Puigdemont, someterse a una moción de confianza a mitad de la legislatura y llevar a cabo otro embate (anti)democrático contra el Estado para hacer más o menos lo mismo que en 2017. En el independentismo no hay “moderados”, ni tampoco “realistas”.