Apunte

Falacias

Isabel Díaz Ayuso

Isabel Díaz Ayuso / EUROPA PRESS / EDUARDO PARRA

Olga Ruiz

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Me estoy planteando quedarme a vivir en los clásicos, solo en ellos encuentro el aplomo y la serenidad para explicar tanto desquiciamiento político.

Aristóteles apuntaba que existían dos tipos de argumentaciones: las verdaderas y las que no lo son, pero lo parecen. Estas últimas son las llamadas falacias y están de moda entre nuestra clase política.

Isabel Díaz Ayuso se ha decantado por las falacias de causa falsa, aquellas que ofrecen un motivo que no pertenece al mismo ámbito de las premisas que se están utilizando.

Un claro ejemplo es su eslogan de campaña, ese que pareció improvisar en la convulsa comparecencia en la que anunció elecciones:

Socialismo o libertad” afirmó la presidenta de la Comunidad de Madrid y mucho le debió gustar porque lo va mutando a conveniencia, el último conocido “Comunismo o libertad”. La falacia es de tal calibre que se permite comparar una corriente política (o las que haga falta) con un derecho humano e imprescriptible: la libertad. Es tal la trampa que se atribuye la representación exclusiva de este mayúsculo derecho y por ende se lo arrebata a los demás.

Inés Arrimadas, todavía presidenta de Ciudadanos, se aferra en los últimos días a la falacia de autoridad; sostiene y se sostiene al frente de su partido más allá de toda discusión posible y obviando cualquier dato que tenga que ver con la realidad. Toni Cantó, coordinador de la formación en Valencia hasta este mediodía confirmaba esta práctica al abandonar la reunión de la Ejecutiva, su propuesta para que se produjera una dimisión de toda la dirección actual ni siquiera ha sido sometida a votación.

La ausencia de argumentos siempre estrechamente relacionada con la falacia de autoridad.

La mayoría de las decisiones, dimisiones, cambios de partido y miserias políticas de esta última semana han sido sostenidas o justificadas por sus protagonistas recurriendo a una falacia ya sea de conexión o de ambigüedad.

El catálogo es amplio pero lo han agotado. A este paso agotan a los clásicos.