Simón dice

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, ha avisado de que vienen días muy duros, que los casos de coronavirus van a ir a más y que aumentará la saturación en los hospitales. Simón lo atribuye a que “lo hemos pasado quizá mejor de lo que debíamos haberlo hecho en Navidad”, y ha concluido: “Ahora tenemos que asumir lo que va a suceder”.

Esto de responsabilizar a la diversión de los ciudadanos del incremento de casos, no me parece del todo correcto. Seguro que no lo hemos pasado igual de bien que siempre, pero además, en todo caso, lo hemos pasado todo lo bien que permitían las autoridades. Se sabía lo que iba a pasar, se pudo hacer una prohibición general, pero nadie quiso asumir ese coste político. Lo que sí hubo fue un caos normativo cambiante hasta el último minuto. Ahora pueden reunirse con familiares y allegados, ahora solo con familiares, hoy pueden ser 10, mañana tendrán que ser seis y ya si eso, pasado mañana cuatro. Es verdad que a estas alturas todos sabemos qué es bueno y qué malo para evitar al coronavirus. Sin embargo, las autoridades son las que tienen las cifras, los expertos, las tendencias... Si recomiendan, pero no prohíben, inconscientemente tendemos a asumir que podemos hacer lo permitido siendo muy cuidadosos. Además, no hay que dejar de insistir en la necesidad de que los ciudadanos recibamos mensajes claros. Es difícil de entender que Simón diga que estamos mal y estaremos peor, pero que al mismo tiempo, no contemplen endurecer las restricciones.

Por otro lado, este experto del Gobierno hace tiempo que tiene mermada su credibilidad. De hecho, ahora sostiene que la cepa británica del coronavirus será residual en España y lo normal es tener ciertas reservas. El portavoz en esta materia debe ser una persona no infalible, desde luego, pero sí mucho más fiable de lo que es Simón a estas alturas. Y tampoco creo que sea bueno que el Ministro de Sanidad esté de salida y que parezca que su puesto ha sido un trampolín para mejorar los resultados en las elecciones de Catalunya. Todo esto no es bueno para nadie.