Apunte

Zafarse de la ultraderecha

Los militares retirados han intentado involucrar al rey, que debe aprovechar para pronunciarse a favor de la democracia

Desfile militar durante el izado solemne de la bandera de España con motivo del Día de la Constitución.

Desfile militar durante el izado solemne de la bandera de España con motivo del Día de la Constitución. / Emilio Naranjo / EFE

Rosa Paz

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La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, que garantiza la estabilidad política y la continuidad del Gobierno, ha coincidido en el tiempo con el conocimiento de las cartas que exmilitares de alta graduación han enviado al Rey, de sus chats y de sus manifiestos. Unos documentos alarmantes en los que aseguran que peligra la unidad de España y que la democracia española se está deteriorando gravemente como consecuencia del Gobierno social-comunista, aliado de independentistas y proetarras. 

Lo único nuevo es que los abajo firmantes se presentan a sí mismos como militares con su rango correspondiente, aunque están jubilados, le escriben al jefe del Estado y se muestran dispuestos a perder la vida por la salvación de su España. No es poco, es muy inquietante. Pero el lenguaje utilizado —más allá de la disposición de un exgeneral a fusilar a 26 millones de españoles, que tampoco es poco, es gravísimo— es el mismo que el que usa Vox a diario y similar a aquel al que echa mano el PP cada vez que se le olvida su giro al centro.

Han sido, pues, los discursos políticos de deslegitimación del Gobierno de coalición, esgrimidos por la extrema derecha y la derecha ¿moderada?, los que han encendido la nostalgia franquista y el ánimo golpista de esa ultraderecha castrense. Nostálgicos de la dictadura, pero dispuestos a beneficiarse de los derechos que alberga la Constitución, la libertad de opinión y de expresión a la que se acogen, pero que niegan a quienes no piensan como ellos, aquellos que prefieren la república a la monarquía o que quisieran que los territorios donde residen fueran independientes, desde la libre expresión de sus ideas y sin violencia.

Dirigiéndose a él, han tratado de involucrar al rey, por eso el monarca debe aprovechar el momento para zafarse del abrazo de la extrema derecha, que intenta patrimonializarlo, y pronunciarse a favor de la democracia, del respeto a la decisión de los españoles en las urnas y del pluralismo político. Lo puede hacer el 24 de diciembre, el 6 de enero o ya.

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