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Los términos de las rondas de financiación

Zona de inversores en el 4YFN.

Zona de inversores en el 4YFN. / periodico

Esther López

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Un aspecto crucial cuando hablamos de rondas de financiación es el baile de términos que encontramos en cada operación. Hablamos del importe de la ronda, de la valoración de la compañía, del precio de las participaciones a abonar por los nuevos inversores... Concretemos un poco más sobre algunos de estos aspectos a considerar por todo tipo de  start-up.

Cuando se planea la búsqueda de financiación, hay que ser muy rigurosos en determinar el importe que se precisa. Levantar capital está de moda en el ecosistema, pero no hay que olvidar que la mejor fuente de inversión son los recursos generados por el propio negocio.  

En las etapas iniciales, es recomendable que la inyección de liquidez sea menor, coincidiendo con una valoración más baja de la compañía. El riesgo es muy alto y sin un Mínimo Producto Viable (MPV), un equipo consolidado ni ventas, la mejor estrategia pasa por ser conservadores con el importe de la inversión y evitar una dilución sustancial de los emprendedores en el porcentaje del capital social. 

En cambio, cuanto más avanzado y consolidado está el proyecto, más significativa tiende a ser la cuantía total invertida. Con la validación del modelo de negocio, el equipo a pleno rendimiento y métricas que acompañen, la valoración también aumenta. No obstante, partir con valoraciones muy altas en los inicios puede pasar factura, al no poder justificar un incremento de valor en las futuras rondas, privando de buenos retornos a los inversores.  

La valoración atribuida a la start-up antes de la inversión es conocida como pre-money y la valoración una vez ejecutada la inversión como post-money. 

Comentar que la valoración pre-money se establece tomando como referencia la valoración post-money de la ronda anterior, a veces puede ser incluso inferior a esta (down round), pero en la práctica suele ser fruto de la negociación entre la compañía y los inversores.

El precio, la clave

Pero, ¿a qué precio deben entrar los nuevos inversores que participan en la ronda? La respuesta es sencilla. Para determinar el precio de entrada del inversor dividimos la valoración pre-money de la start-up entre el número de participaciones sociales en que se divide el capital social, incluyendo en su caso cualquier derecho convertible en participaciones (stock options) u otros derechos basados en el precio (phantom shares), referido como capital fully diluted.

Con ese cálculo podremos indicar que el inversor asumirá, en el aumento de capital, un total de participaciones sociales resultante de dividir su aportación dineraria entre dicho precio, adquiriendo un porcentaje de capital social resultante de dividir el número de participaciones asumidas entre el total de participaciones finales.  

Cerrar una ronda con éxito requiere de una buena estrategia y plantear bien sus términos. Las negociaciones pueden conllevar meses y derivar en una tarea titánica para el emprendedor. Por lo que no nos engañemos, cuanto mejor esté asesorada la start-up más optimo será el resultado final.