LA RUEDA

Recuerdos

Corremos el peligro de generar más fotos que recuerdos, por nuestra incapacidad física de retener todo lo que 'instagramaremos' estos días

Una persona haciéndose un selfie.

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Núria Iceta

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Hablaba el otro día aquí del exceso de luces de Navidad que nos deslumbra y nos dificulta ver lo importante, lo esencial. Es la poderosa imagen que nos transmitió Saint-Exupéry en 'El Principito': "Lo esencial es invisible a los ojos". Pensando en ello, he recordado lo que explica Íngrid Guardiola en 'L’ull i la navalla'  (Arcàdia) sobre el uso de las imágenes en la sociedad contemporánea. La sobreexplotación de imágenes sin el contexto para interpretarlas o la pornografía del exhibicionismo emocional son una herramienta de manipulación de primer orden que nos pueden hacer inmunes (anestesiados, dice ella) tanto como lo puede ser la ocultación de las mismas.

Cuatro plataformas

También dice Guardiola que corremos el peligro de estar generando más fotos que recuerdos, por nuestra incapacidad física de asumir, de retener todo lo que 'instagramaremos' estos días. Pero, en realidad, ¿qué evocamos más estos días sino los recuerdos? Los del pasado, los de los ausentes... Y los recuerdos son personales e intransferibles, incluso si son colectivos. Asusta la apropiación de nuestras conversaciones digitales que hacen las cuatro empresas que controlan las plataformas espía y que ya habréis visto como se traducen inmediatamente en publicidad de un producto u otro.

El último capítulo del cinismo apropiativo es el de la compañía Disney que ya hace más de 15 años consiguió registrar la expresión "Hakuna Matata" como si fuera original de su película 'El rey león' y no una expresión popular del suahili, utilizada en muchos países africanos. Ahora un activista canadiense originario de Zimbabue, Shelton Mpala, ha puesto en marcha una campaña para pedir a Disney que renuncie a ella y ya ha conseguido más de 160.000 firmas. En su alegato reconoce la capacidad de la compañía de "haber creado muchos recuerdos de nuestra infancia", pero no el derecho de apropiárselos, claro.

Fijémonos bien, estos días: qué miramos, qué retratamos y qué queremos guardar como recuerdos. Un criterio posible sería el que escribió Mercè Rodoreda en 'Cuánta, cuánta guerra': "las cosas importantes son las que no lo parecen."