Desactivar un blindaje vergonzoso

Desde hace un año, mucho se ha hablado sobre los refugiados, sobre todo  y fundamentalmente sobre la vergonzosa respuesta de los gobiernos europeos. Pero poca tinta se ha vertido para precisar las causas de esta situación. Se olvida hablar de la guerra, sus motivos, porqué se mantiene, quién o quiénes se benefician de la misma, y cómo actúan frente a ella los actores internacionales. Una buena política por la paz, sería también una buena respuesta al tema de refugiados.

La política vergonzosa de los gobiernos de Europa frente a una de las causas de esa guerra, no solo es negarse a recibir refugiados como si se tratara de una invasión o de una enfermedad contagiosa que pondría en peligro la estabilidad de la sociedad europea. Es también aprovechar esta situación para echarles la culpa a los refugiados de la situación laboral de los autóctonos. Si no hay trabajo en Europa no es porque hay gente de fuera que viene a «robárselo», es porque las políticas económicas de esos gobiernos no son las correctas para favorecer el trabajo.

Tampoco es un problema el dinero que se utilizaría para la acogida de los refugiados el que privaría a las sociedades europeas de bienestar social, porque esos gobiernos utilizan fortunas que entregan a terceros para que contengan a los refugiados fuera de sus fronteras (acuerdo UE-Turquía, por ejemplo). Por lo tanto, es un problema político, como lo es también  la posición del Gobierno de España, que tiene las competencias para otorgar la condición jurídica de los solicitantes de protección internacional, para otorgar visas de tránsito o humanitarias que permitan la llegada a nuestro territorio de personas refugiadas, para controlar las fronteras, etc.

LA RESPUESTA CATALANA

Y esto es lo que no alcanzan a comprender muchos catalanes, sobre todo los jóvenes que no se han quedado inmóviles frente a este drama humano y han ido personalmente en sus vacaciones y con su dinero a ayudar a salvar vidas a las costas de Grecia e Italia. Si Catalunya no logra la autorización 'legal' de acoger, más allá de una desobediencia, lo que se haría es dejar aún más desprotegidas a las personas que queremos ayudar. No solo no serían reconocidos sus derechos a solicitar asilo sino que los dejaríamos en situación de inmigración ilegal o tráfico de personas con las consecuencias que conocemos.

Esto no impide que trabajemos en todos los frentes para poder acoger. Tanto en los ayuntamientos, como en la Generalitat, en el  Parlament, como nuestros diputados en el Parlamento Europeo, o nosotros mismos en el Congreso y en el Senado no hemos escatimado ninguna intervención para desactivar el blindaje del Gobierno del Reino de España.

Ahora le toca también a la sociedad catalana manifestarse para demostrar que la mayoría de los catalanes queremos acoger seres humanos. Así que no podemos más que apoyar, participar y hacer un llamamiento conjunto para que la manifestación organizada en la unidad por la plataforma Casa nostra, casa vostra sea un éxito, ayude también a desbloquear la situación y podamos en Catalunya recibir finalmente como se merecen a esos hombres, mujeres y sobre todo a esos niños que ya no pueden esperar más.