Geometría variable

El PP gana, pero puede perder el Gobierno

La estrecha victoria popular se debe a que el 67% de españoles querían un cambio

JOAN TAPIA

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Al escribir esta nota parece claro que el PP ha ganado las elecciones porque es el partido más votado. Pero tiene difícil formar gobierno, por lo que finalmente las puede perder. El PP gana con una ventaja de más de seis puntos sobre el PSOE, pero la ruptura del bipartidismo le hace bajar de 186 a algo más de 120 diputados. Es una caída fuerte pero lo más grave es que queda muy lejos de la mayoría absoluta de 176 diputados y no tiene aliados (salvo una casi imposible gran coalición con el PSOE) para llegar a ella ya que la coalición que la semana pasada parecía mas segura, la del PP-Ciudadanos, no es fácil que supere los 160 escaños. Rajoy ha ganado, pero su gestión de gobierno ha sido bastante castigada porque ha caído del 46% al 28% y parece haber perdido la capacidad de articular una mayoría para la investidura. Y si Rajoy, u otro líder del PP, no logra esa mayoría, el panorama político se abre y se complica. Y pueden emprenderse negociaciones alambicadas bajo el fantasma de la ingobernabilidad.

¿Qué ha pasado? Al empezar la campaña el CIS certificaba que los que querían un cambio ascendían al 67%. Pero ese 67% se dividía entre tres fuerzas a nivel de toda España -PSOE, Podemos y Ciudadanos- y diversos partidos nacionalistas en Catalunya, País Vasco y Galicia. La consecuencia es que el PP ha ganado pero por poco, algo menos del 30% de los votos, mientras que los otros tres partidos que querían el cambio suman sobre el 56%. Y las fuerzas de la izquierda están rozando el 45% pero también por debajo de la mayoría absoluta.

El PP ha aguantado las previsiones de las últimas encuestas pero sus posibilidades de gobernar han bajado porque Ciudadanos ha tenido un resultado inferior al esperado. Seguramente al final una cierta parte del voto útil conservador ha abandonado a Ciudadanos y ha vuelto al PP mientras que los simpatizantes más progresistas de la formación naranja pueden haber temido un pacto PP-Rivera (con o sin Rajoy) y al final han ido al PSOE, que ha tenido resultados mejores de lo esperado, o incluso a Podemos que ha encarnado la protesta y ha remontado.

El resumen es que el PP ha ganado las elecciones con cierto margen pero que queda muy lejos de la mayoría absoluta y sin aliados visibles para llegar a ella. Es seguro pues que la apuesta de Rajoy de gobernar solo, con poco diálogo, buscando pocos pactos y en una crispación constante con Catalunya (no únicamente por culpa suya) no ha funcionado.

LA GRAN COALICIÓN

Ahora el PP (seguramente Rajoy) intentará formar gobierno y puede que la única posibilidad sea la gran coalición con los socialistas. Si no la consigue, lo lógico es que lo intente el líder de la oposición, Pedro Sanchez, que sale reforzado. Tampoco lo tendrá fácil porque Podemos está muy alejado -al menos hasta ahora- de una política homologable con Europa. Ahí está el fantasma de Syriza. Y necesitaría al menos el apoyo de otro partido y la abstención de un tercero.

Sea Rajoy (complicado) o Sánchez (también difícil), quien consiga la investidura necesitará mucha capacidad de diálogo y de pacto. Y no se puede descartar que al final no se consiga articular una mayoría para la investidura y se tengan que repetir las elecciones.