Barcelona atrae al turismo de póquer

En muy pocos años, Barcelona se ha convertido en una de las principales referencias mundiales de torneos de póquer, hasta el punto de que solo la supera Las Vegas, la meca del juego. Probablemente pasarán desapercibidas por los barceloneses, pero esta semana hay en la ciudad más de 4.000 personas que han venido para participar en los torneos que aquí se organizan. Y al igual que los turistas que llegan por razones profesionales más convencionales, la élite mundial del póquer deja una muy respetable cantidad de dinero en la restauración y los servicios de la ciudad: unos 2.000 euros por cabeza en menos de una semana. Es, pues, un segmento de visitantes especialmente interesante y que amplía la muy variada tipología de turistas de que goza Barcelona. Es remarcable que este boom del póquer de alta competición se ha producido en apenas una década, puesto que las timbas con premios económicos no fueron autorizadas en España hasta el 2003. Una trayectoria tan meteórica como importantes son los premios que se sustancian, de hasta un millón de dólares. No hay motivo para ninguna alarma, porque se trata de una competición reservada a profesionales en las que los amateurs solo pueden perder unas decenas de euros, pero convendría que Las Vegas solo fuera referencia de Barcelona en este aspecto, el de los torneos. Al empuje turístico barcelonés le convienen apuestas de calidad para garantizar su sostenibilidad, pero en ningún caso turismo de juego también masivo.