Baloncesto electrizante

Charles Barkley, que estos días está acompañando a la expedición estadounidense por BCN, dice que todo el mundo debería vivir unos Juegos al menos una vez en la vida. OK. Perfecto. Estoy de acuerdo, pero servidor, que también ha tenido la suerte de disputar cuatro Mundiales, añadiría que tampoco es moco de pavo un Campeonato del Mundo. Por tanto, será histórica la oportunidad de disfrutar, desde hoy hasta el próximo jueves, con el mejor baloncesto del mundo  en el Palau Sant Jordi. De entre todas las buenas selecciones que se podrán contemplar en la moderna cancha de Montjuïc (Lituania, Turquia, Eslovenia, Australia...), la que sin duda atraerá a los aficionados será la electrizante selección de Estados Unidos.

Lo más interesante es que el equipo de Mike Krzyzewski, Coach K para los aficionados, tendrá que ponerse las pilas en esta fase del torneo. Estoy convencido de que España y Estados Unidos jugarán la gran final de esta campeonato el próximo 14 de septiembre en Madrid -por favor, no lo duden ni un segundo-. Por eso, la intención del entrenador norteamericano es superar sin sustos ni lesiones los tres obstáculos que le quedan en Barcelona para llegar a la gran cita madrileña.

A los estadounidenses les quedan tres partidos para terminar de afinar su puesta a punto y  acabar de pulir los últimos detalles para llegar en el mejor estado físico y mental a la gran final. Para comenzar, hoy, el equipo de Coach K tendrá que verse las caras con México, en el partido más cómodo de los tres. Aún así se podrá contemplar a un jugador por el que el Barça estuvo interesado tiempo atrás: Gustavo Ayón, que dio el salto a la mejor liga del mundo desde el modesto Fuenlabrada.

Estados Unidos ha formado un grupo que ha viajado a España con ausencias notables. Pero, créanme, siguen teniendo jugadores capaces de hacerles saltar del sillón. En el juego interior, destacaría por encima de cualquier otro a Anthony Davis, un chaval de 21 años que va camino de ser uno de los grandes dominadores de la NBA. Stephen Curry es otro de los jugadores que deben de seguir desde las gradas del Sant Jordi. Es una especie  de Navarro,  en lo  tirillas me refiero, y, como nuestro sensacional Juanca, es un triplista letal, además de ser un jugador de una elegancia supina. Tampoco puedo dejar de mencionar a James Harden, fear the beard para sus seguidores, un todoterreno barbudo. Pero Kyrie Irving, el base y actual compañero de Lebron James, será sin duda la gran amenaza exterior para que la selección española no se cuelgue el oro mundialista en Madrid.

En fin, si quieren disfrutar del mejor baloncesto, ya saben dónde acudir. No se arrepentirán.