La siniestralidad al volante

Carreteras seguras, un logro europeo

La política de seguridad vial de la UE ha permitido reducir las muertes a menos de la mitad en 12 años

SIIM KALLAS

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Las carreteras europeas son cada vez más seguras. En el  2001, los accidentes de tráfico en la Unión Europea segaron la vida de una media de 113 personas por cada millón de habitantes. En el 2013 esa tasa se había reducido a menos de la mitad. Vamos, pues, por el buen camino para alcanzar nuestro objetivo de cero muertes en carretera de aquí al 2050 y para reducir a la mitad las víctimas en el 2020.

Las cifras provisionales de la UE indican que en el 2013 las muertes en accidente de circulación disminuyeron un 8% con respecto al año anterior, lo que nos sitúa en el segundo año consecutivo con un descenso similar. La política de seguridad vial de la UE, que ha impulsado un mayor uso de los dispositivos de seguridad y normas más rigurosas, es sin duda un factor clave.

La seguridad vial es uno de los grandes logros de la UE, pero es muy importante evitar la autocomplacencia. Una sola víctima mortal es siempre una víctima de más. Basta con una muerte para destruir la vida de una familia. Pese a las estadísticas positivas, en la UE perdieron la vida el año pasado unas 26.000 personas, lo que equivale a la población de una ciudad pequeña o mediana. Queda, pues, mucho por hacer.

Hemos avanzado en algunos ámbitos esencialmente prácticos. Hemos examinado, por ejemplo, la posibilidad de modificar las normas de fabricación de los camiones para pasar de la actual forma de bloque de la cabina a un diseño más redondeado. Mejorar la visibilidad del conductor puede salvar al año entre 300 y 500 vidas de usuarios vulnerables de las carreteras, como peatones o ciclistas.

Pero, como siempre, hacer cumplir las normas sigue siendo un problema importante. Infringir las normas de tráfico es algo sorprendentemente habitual, especialmente cuando los automovilistas cruzan una frontera y creen que las normas de circulación no les son aplicables porque están en otro país. Hasta hace algunos años, a la policía le era a menudo imposible identificar y sancionar a los infractores debido a la escasa cooperación entre autoridades. Es tres veces más probable que el conductor de un vehículo matriculado en otro país cometa una infracción que lo haga un conductor residente. Los conductores extranjeros representan el 15% de las infracciones por exceso de velocidad pese a suponer solo el 5% del tráfico. Por eso se ha aprobado una nueva directiva de la UE en materia de aplicación transfronteriza de la normativa, que supondrá un verdadero cambio en la seguridad vial. Pueden salvarse miles de vidas al año en Europa si se ejerce mayor presión sobre todos los conductores para que respeten las normas de tráfico independientemente del país por el que circulen.

No basta con que las carreteras sean más seguras, también tienen que serlo los vehículos. En las carreteras europeas mueren diariamente más de cinco personas en accidentes debidos a fallos técnicos de los vehículos. Gracias a una iniciativa de la Comisión, hemos actualizado las normas para endurecer las inspecciones técnicas y ampliar su alcance.

En el pasado, la normativa europea permitía que muchos jóvenes sin experiencia condujeran la categoría más potente de motocicletas. Las normas son ahora más estrictas y limitan esa posibilidad, puesto que se ha introducido un acceso por etapas y se pone mayor énfasis en la formación y los exámenes. En el caso de los ciclomotores, ahora son una nueva categoría de vehículo, y para obtener el permiso hay que aprobar un examen teórico.

Por último, cabe destacar una cuestión que suele pasarse por alto en las estrategias de seguridad vial, los heridos graves. Se estima que por cada persona fallecida en un accidente sobreviven cuatro personas discapacitadas de por vida, 10 heridos graves y 40 heridos leves. Se calcula que todos los años sufren lesiones graves en accidente de carretera unas 250.000 personas. La Comisión ha empezado a preparar un plan a largo plazo para reducir el número de heridos graves. De momento ya se han elaborado definiciones comunes de las lesiones para poder comprender mejor esta cuestión, habida cuenta de los problemas que plantean actualmente las notificaciones erróneas y la dificultad de comparar las estadísticas. A partir de este año, todos los países deben poder notificar datos comparables y fidedignos utilizando una escala común para la definición de las lesiones graves. También se va a establecer un objetivo de reducción a escala de la UE para el 2020.

Los progresos logrados para reducir las muertes en carretera deben animarnos a redoblar nuestros esfuerzos para hacer de las carreteras europeas un lugar más seguro. Sin lugar a dudas, seguimos la senda acertada. Pero no hemos de olvidar que aún queda mucho trabajo por delante. La batalla continúa.