Enseñar lo que se oculta

Fechado en 2011, La 2 acaba de emitir un documental de producción española -englobado en La noche temática- titulado Los ojos de la guerra. Ha sido un trabajo excepcional. Toda Europa -no solo toda España- debería ver este documento. Penetra en el alma. Es una mirada al trabajo de los periodistas de guerra, esos compañeros cuya  misión es «joderles la digestión a todos aquellos que las teles quieren evitarles que vean imágenes molestas», según exacta y cruda definición del que fue gran reportero y entrevistador  Enrique Meneses. O sea, la labor de tantos años de  Gervasio Sánchez en Yugoslavia, por ejemplo. La de Mikel Ayestarán en Irak. La de David Beriain en Afganistán. La de Hernan Zin en el Congo. La de Mayte Carrasco, la de Mònica Bernabé...  ¿Por qué trabajan así estos compañeros, pasando penalidades, jugándose la vida continuamente, pudiendo estar en alguna cómoda oficinita en Madrid o Barcelona, impulsando la propaganda -que es la nueva fórmula de éxito del periodismo moderno- y saliendo en los debates de la tele, tan agradecidos y espumosos? ¡Ah! Son gente muy rara, efectivamente. Se empeñan en enseñarnos las cosas desagradables del mundo, las cosas que nos incomoda ver. Se empecinan en contarnos las barbaridades, tropelías, injusticias, genocidios, que nuestro propio sistema de vida, directa o indirectamente, provoca. «Periodismo es contar lo que no quieren que se sepa, lo demás es propaganda» decía David Beriaín parafraseando a Horacio Verbitsky. Y su cámara, Sergio Caro, nos habló de cuando estuvieron en la llamada crisis de la valla, un testimonio que estos días, con los 15 inmigrantes muertos en el espigón del Tarajal, adquiere especial significación. Decía Sergio Caro, reprimiendo la indignación: «España usó a Marruecos como portero de discoteca», o sea, los negros que no entren. Y añadió: «Los metieron en autobuses. Les llevaron al desierto. Y les abandonaron, sin agua, sin alimentos. Murieron muchos». Y el programa nos puso las fotos que hizo Sergio, un documento que demuestra la importancia del trabajo del reportero: dar testimonio, que el mundo sepa, que no quede en el olvido, que no triunfe la desinformación.

Ha contado también este documental con Rosa María Calaf, Ramón Lobo, Arturo Pérez Reverte, Jon Lee Anderson... Y durante toda la emisión, nuestro Marc Marginedas, todavía retenido en Siria, no ha dejado de estar presente.