Una generación perdida

Thiago Alcántara posa junto al escudo del Barça, en las oficinas del club

Thiago Alcántara posa junto al escudo del Barça, en las oficinas del club / periodico

ALBERT LLIMÓS. Periodista y escritor

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La historia tiene que servir para no cometer los mismos errores que se han realizado en el pasado. ElBarça debe aprender de lo que ha hecho durante estos últimos años. Toda una generación de futbolistas ha quedado engullida por la voracidad de este equipo. Los jugadores entre el 89 y el 91 han sido dilapidados por la fuerza de esta institución insaciable. Quedan dos pequeños reductos,Montoya yTello, los únicos exponentes de una serie de futbolistas que han ido quemando etapas hasta llegar al primer equipo.Jordi Alba es otro caso, futbolista que tuvo que emigrar al Valencia para consagrarse como profesional.Fontàs,Bojan,Dos Santos,Cuenca,Bartra --está en camino si llega un central-- yThiago --máximo exponente de esta generación que pivota en el año 90--, deben buscar fortuna lejos delCamp Nou. La calidad de los jugadores que forman la actual plantilla, las decisiones del entrenador, la línea que fija la secretaría técnica, la apuesta de la directiva o la misma falta de talento de los propios futbolistas... son factores que explican porque se ha dilapidado toda una generación. El Barça les ha tragado.

La experiencia vivida debe servir para no repetir los errores. La columna vertebral del actual equipo envejece poco a poco. Se deben buscar los mecanismos adecuados para encontrar un relevo que no suponga ninguna fractura profunda en una línea que el cruyffismo fijó 25 años atrás.Thiago Alcántaraes el símbolo de esta generación engullida. Ahora es necesario que el Barça no haga lo mismo con la siguiente hornada.Sergi Roberto,Rafinha yDeulofeu son los futbolistas que tienen que dar el relevo. Son los jugadores del 92 a 94, como Muniesa, que ya se ha quedado por el camino. Después será el turno para losSamper,Grimaldo oCalvet. Y así sucesivamente. Cada dos o tres años saldrán tres o cuatro futbolistas con nivel de primer equipo. De la valentía de los técnicos y de los directivos dependerá que no sean una generación perdida. Ahora toca salvarMontoya y Tello, y evitar que a Sergi Roberto le pase lo mismo que Thiago. Es simple: darle minutos, hacerlo partícipe y que se sienta importante. Con las cesiones deDeulofeu y Rafinha, el club gana un año para que maduren. Esperemos que el Barça planifique el futuro pensando en ellos, y no sólo a corto plazo. ¿Qué sentido tendría fichar ahora un delantero o un centrocampista, si el año que viene se apuesta por el de Riudarenes y el hermano de Thiago? Ninguno.

Se ha dilapidado una hornada y ahora se tienen que tomar las decisiones oportunas para que no se pierda una nueva generación. Si pasa, entonces sí, el modelo estará en riesgo.

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