El pacto fiscal, la llave y el cerrojo

La semana pasadaPere Navarro,primer secretario de los socialistas catalanes, hizo una intervención relevante en el Col·legi de Periodistes para hablar de «nuevos horizontes para el autogobierno». Lo más destacable y destacado, sin embargo, fue la posición de los socialistas ante la propuesta de pacto fiscal delpresidentMasy la contrapropuesta detallada y razonada del PSC. La presencia delexconsellerCastellsjunto aNavarro avalaba, en esencia, la iniciativa de nueva financiación que formuló.Castellses garantía de solvencia y rigor. Y de coherencia. Pero vivimos otro tiempo, sembrado, día sí día también, de noticias pésimas sobre la evolución de la economía.

La propuesta del PSC, como tan a menudo le ha pasado los últimos años, será defendida con la boca pequeña por algunos de los suyos, insuficiente para la mayoría de los otros partidos catalanes y excesiva para los partidos españoles, empezando por los socialistas. Y cuando tienes que invertir tanta energía con los de casa, fuera siempre juegas con desventaja y acabas perdiendo. Este es el drama de los socialistas catalanes: que pueden acabar, cargados de razón, en una vía secundaria de la política de nuestro país.

Es muy probable que elpresidentMassepa (¿quiera?) que la apuesta por el pacto fiscal, tal como nos la ha prometido, fracasará, pero podría ser la gran baza para ir a unas elecciones anticipadas que solo buscarían la legitimación para volver a plantear lo mismo, incluida la consulta popular. La cuestión es esencialmente política. Hoy por hoy, CiU habla más en términos metafóricos que otra cosa: quién tiene la llave, si la tienen dos a medias, o quién es el dueño de la cerradura. Los socialistas catalanes tienen una triste experiencia con las llaves. La última vez que un socio suyo blandió una, la historia acabó como el rosario de la aurora. No deberían olvidarlo.