El dinero catarí

Como era previsible, la asamblea de compromisarios del Bar-ça ratificó ayer por una gran mayoría de votos el acuerdo publicitario con Catar. El patrocinio puede llegar a ser de 171 millones de euros si, además de jugar, el equipo consigue una copa Champions en el periodo de vigencia del acuerdo; ese triunfo tiene una propina adicional de cinco millones. Las opiniones contrarias tuvieron presencia en la reunión, aunque con un protagonismo mucho menor del que cabía suponer. Los representantes de los socios asumieron los aspectos económicos del contrato sencillamente porque son muy claros. Catar quiere promocionar su nombre en el mundo del fútbol y ha elegido al mejor club y el que mejor proyección mundial puede proporcionarle. Por eso, según se supo ayer, cabe la posibilidad de que el logo de la camiseta cambie en un momento dado para que aparezca el del Mundial 2022, que se va a celebrar en este país.

Los objetivos de Catar al gastarse tantísimo dinero en dar prestigio a la Qatar Foundation son claros y legítimos, y así lo entendieron los compromisarios. También es evidente que se trata de unos recursos muy positivos para la cuenta de explotación del Barça. Es posible que sin ellos el club no pueda alcanzar beneficios, como sostiene el presidente, pero en cualquier caso se trata de unos ingresos muy importantes que ahora están plenamente respaldados y con la máxima transparencia.