Películas sobre la muerte de Bin Laden

En las grandes inundaciones, lo primero que falta es el agua potable. Eso mismo es lo que acaba de ocurrir en un acontecimiento tan espectacular y planetario como la eliminación deBin Laden. Solo que, en la eliminación deBin Laden,lo que podíamos calificar de agua potable es la veracidad del relato de los hechos. En los primeros cuatro días la Casa Blanca dio cinco versiones diferentes, lo que nos permite a cada uno novelar las circunstancias del acontecimiento de la forma que queramos. Podemos soltar la imaginación y fantasear con una diversidad de películas.

Hasta el momento en que escribo he leído que ya hay tres proyectos en marcha para llevar a la gran pantalla la espectacular operación. Podrían tener tres comienzos distintos. El primero arrancaría con un agotador entrenamiento de losseals en una de sus bases, el segundo conObamay la señoraClinton sentándose junto a los altos miembros de la seguridad de Estados Unidos para ver el desarrollo de la operación, y el tercero, más bucólico, con unos planos de Abbottabad, la ciudad de veraneo a 120 kilómetros de Islamabad, poblada de eucaliptos donde corren vientos suaves y tonificantes.

A partir de ahí se puede dejar discurrir la fantasía, incluso con un desarrollo heterodoxo en dondeBin Ladenno muere. Este guión podía desarrollarse así: los increíblesseals,en un vuelo de helicópteros silenciosos, que ya es decir, entran en el espacio aéreo paquistaní desde Afganistán y después de recorrer 200 kilómetros en línea recta llegan a la mansión deBin Ladenen Abbottabad, disparan fuego en todas direcciones, se apoderan del fundador de Al Qaeda y lo llevan a un portaviones de la Navy. Dicen que lo han matado y allí sigue con unas increíbles posibilidades para la fantasía del guionista.

Otro guión más atrevido podría ser: el comando de lossealsllega a la casa deBin Laden,le pegan el tiro a un sosias confundiéndolo con él, se lo llevan y hacen todo lo que dicen que hicieron. El verdaderoBin Ladense encontraba esa noche en la casa de su segundoAl Zauahiri, en una granja donde se cultivan patatas, a cinco kilómetros de Abbottabad. A la vista de cómo se fueron sucediendo los hechos, deciden hacer un comunicado en el que Al Qaeda admite la muerte de su fundador. «Así podré seguir escondiéndome más fácilmente y me los quitaré de encima», argumentóBin Ladenpara llegar a esa decisión. Esta versión tiene el inconveniente de la prueba del ADN que, al parecer, le hicieron, pero ese es un pequeño detalle que no puede estropear una buena película.

Fuerte, fuerte, pero que muy fuerte puede ser la versióngore al estilo de la pasión deCristodeMel Gibson,en la que se ve cómo le estalla el proyectil en medio de la frente y le vuela la cabeza en medio de burbujas de sangre. Después viene el lavado del cuerpo al modo del viejo neorrealismo italiano a bordo del portaviones y las plegarias islámicas antes de tirarle al mar. Losseals,en un asalto a bordo de cuatro helicópteros, pueden dar mucho de sí. Ellos son los héroes yBin Ladenes el antihéroe de esta película. Apenas se sabía nada de la existencia de los SEAL, y ahora han despertado una curiosidad desaforada, tanto que en Estados Unidos ya están anunciados ocho libros sobre ellos. En los grandes acontecimientos suelen pasar a primera fila personas que en principio las podíamos considerar como necesarios cantores de coro. En otro orden de cosas, pero que acaba de suceder estos días, tenemos un ejemplo singular de lo que quiero decir. Me refiero aPippa.A estas alturas les supongo enterados de quién esPippa, Filippa Middleton,que en la ceremonia de la boda de su hermanaCatalina con el príncipeGuillermose convirtió en el icono mundial de la moda, la belleza y del saber estar por el modo con el que sostuvo la cola del vestido deKate.En los grandes acontecimientos, siempre hay personajes secundarios que parecen principales. En esto de la liquidación deBin Laden,¿quién es el personaje principal,ObamaoBin Laden?Con certeza yo no sé qué responder, depende de los minutos queObamasiga ocupando en la pantalla y de la participación que le den en los preparativos.

Hay otro tema, el referente a la ética de la operación, pero ese se rodará más tarde y posiblemente será para una película que antes llamábamos de arte y ensayo, y ahora se las califica de culto. Un cine de reflexión sobre la legitimidad democrática de ese disparo. Hasta ahora, las aprobaciones y felicitaciones a la orden de liquidación dada porObamahan sido abrumadoramente mayoritarias, desde el secretario general de la ONU a nuestroRodríguez Zapatero. En esa película de culto es posible que pongan reparos éticos, considerando que se violó la soberanía de un país, Pakistán, y el hecho de disparar sobre un tipo desarmado, algo inadmisible en las películas del Oeste. La meditación puede ser larga y discurrir por caminos diferentes y encontrados, acudir a la justificación por acción bélica o injustificable desde todos los puntos. Ustedes mismos. Periodista.