La rueda

Llamando, llamando a Banco Base

ROSA CULLELL

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Cuando nació ya estaba decidido, iba a tener un nombre propio solo suyo, que no compartiría ni heredaría de nadie con su mismo apellido. Sería nuestra primeraBerta. Pero su padre, que es de una de esas familias que sobrevivieron en los años 50 con muchos hijos y un solo sueldo, es de una austeridad genética. Un pamplonica de los que ahorran en todo menos en comida (la actividad considerada más seria por el ser humano navarro) y es incapaz de no caer en el dos por uno. Cuando llegó al registro y le propusieron ponerle a su niña un segundo nombre sin cargo alguno, no pudo resistirse: «EscribaRosa, como la madre». Sin darse cuenta de que los nombres son importantes. Que dicen más que mil palabras.

Todo iba bien. Cuando vio aquel nombre compuesto en su primer pasaporte, ella se limitó a arrugar la nariz y a hacernos jurar que jamás de los jamases lo pronunciaríamos en voz alta. Pero el día que supo que, en el nuevo colegio de la ESO, debía mostrar el carnet de identidad, se plantó: «Tenemos que borrar el segundo o no sigo estudiando; el primer día leerán las listas en voz alta y creerán que he salido de una teleserie latinoamericana». Tuvimos que buscar testigos que juraron, ante los funcionarios del registro civil, que ella era y siempre había sidoBerta. Y aquelRosagratuito (que, para más inri, venía unido con un lamentable guión) fue borrado de su vida.

Los nombres, las marcas, deben pensarse con cuidado. Y también cambiarse, si llega el momento, sin miedo ni titubeos. Es poco aconsejable aceptar el primero que alguien -un cura, un funcionario o un consejo de administración- invente, pacte o proponga al buen tuntún. Te pueden amargar la vida, crear desconfianza en un proyecto, confundir a los clientes y construir un gran fracaso. Sin duda, la razón de que la fusión entre Cajastur, la CAM, Caja Cantabria y Caja Extremadura se rompiera no ha sido su nueva denominación bancaria. Simplemente, eran peores juntas que separadas. Pero aquel nombre nos dio pistas. Llamando, llamando a Banco Base. Aquí Banco Base, respondan. Tocado y hundido.