El panadero de Empúries

JOSEP MARIA FONALLERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace días que no puedo quitarme de la cabeza un muñeco. Lo han encontrado este verano en las excavaciones de Empúries y pertenecía a una niña griega del siglo II antes deCristo. La niña murió y, en su tumba, ahora

-más de 2.000 años más tarde- han encontrado las pertenencias que la acompañaron en el camino a través de la laguna Estigia. Este muñeco, de terracota, representaba a un panadero. Es una figura delicada y ciertamente de formas patosas para los gustos de hoy. Este muñeco lleva una bandeja en la que hay un pan, y todos estos días, desde que los responsables de la sede ampurdanesa del Museu d'Arqueologia de Catalunya presentaron el hallazgo, no he podido dejar de pensar en los momentos que la niña dedicó a hacer ver que el panadero horneaba y después en hacer ver que el muñeco era un panadero de verdad y que vendía pan de mentira. En el yacimiento funerario también han localizado otro juguete, una especie de mádelmanavant la lettre, otro muñeco, articulado, con el cual también había jugado un niño que murió. Y una botella de vidrio finísima donde seguramente alguien guardó un perfume ya evaporado. Y un collar de piezas de oro y pasta de vidrio azul que triunfaría en Tiffany. Y las monedas que habían de servir para que los difuntos pagasen al barquero. Pienso en aquella niña y en su muñeco. Como dirían los Manel, ahora«els turistes es fan fotos on tu i jo vam esmorzar».