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Los jóvenes dan su visión de 50 años de historia

'Ballar (és l'únic) que ens salvarà' repasa entre bailes la vida de una mujer

ballar apertura

ballar apertura / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

Eduardo de Vicente

Eduardo de Vicente

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A menudo se etiqueta a la juventud como un sector de la población adormido, poco preocupado por la realidad social, ignorante sobre la historia reciente (¡esas humillantes encuestas televisivas por la calle!) y más dado al alboroto que a la reivindicación. Sin embargo suele olvidarse que la mayoría de ellos son gente comprometida que tiene mucho que decir y mucho que experimentar y nuestra obligación consiste en escucharlos porque serán los adultos del futuro. En este sentido conviene descubrir una obra como Ballar (és l’únic que) ens quedarà, creada por un treintañero, Marc Artigau, y codirigida junto a Aleix Fauró, al servicio de nueve jóvenes actores veinteañeros, que puede verse desde hoy jueves y hasta el domingo en el Teatre Eòlia, incluida en el ciclo Mostra d'intèrprets emergents.

Imagen promocional con el reparto de esta obra.

Imagen promocional con el reparto de esta obra. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

El baile, como indica el título, será uno de los elementos recurrentes del grupo que permanece en el escenario al completo durante casi toda la obra al ritmo de canciones conocidas como Hooked on a feeling (y su Ooga-chaka Ooga-Ooga-Ooga), la italiana Será porque te amo, la versión de Ringo Starr de You’re sixteen You’re beautiful o la interpretación en directo de un clásico bizarro de Almodóvar y McNamara. Siempre, con sus respectivas coreografías, obra de Marta Tomasa (Los 39 escalones), ejecutadas con energía por todo el elenco. 

En un momento de la obra se parodia uno de los temas de Almodóvar y McNamara.

En un momento de la obra se parodia uno de los temas de Almodóvar y McNamara. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

Cincuenta años de historia

La pieza narra la historia reciente del país (y, en parte, del mundo) a lo largo de poco más de 50 años. El prólogo ya es inesperado, una invitación a los espectadores a apagar el móvil (¿normal, no?), pero es que más que un consejo es una amenaza (si alguien olvida desconectarlo puede ser fatal, más que nunca) y, en una simpática pirueta narrativa, empiezan por el final. De entrada, ya nos han sorprendido.

La trama sigue la vida de Roma desde su nacimiento.

La trama sigue la vida de Roma desde su nacimiento. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

La trama se centra en la vida de una mujer, Roma, desde su nacimiento cuya madre (un chico barbudo, aquí los personajes cambian de sexo con facilidad) se niega a cortar el cordón umbilical que las une, una evidente metáfora de la dependencia y sumisión que pretende y que marcará a la chica de por vida. Su nacimiento tendrá lugar en 1969 coincidiendo con la llegada del hombre a la Luna. Nos explicarán también la anécdota de uno de los astronautas con un indio que denuncia su misión más colonizadora que científica. Será el primero de los acontecimientos históricos que se irán repasando en la función.

La joven vive atada a su madre por el cordón umbilical.

La joven vive atada a su madre por el cordón umbilical. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

Del franquismo al 23-F

La siguiente parada en el tiempo (y la más provocadora) revisa los últimos años del franquismo, la monarquía y la transición en tono jocoso y sin pelos en la lengua, chiste sobre Carrero Blanco incluido, y dirigiéndose al dictador como “sa excremencia”. A lo largo del texto se irán incorporando poemas o escritos de otros autores que servirán para consolidar sus afirmaciones. De vuelta a la vida de Roma conoceremos sus ganas de liberarse del control de su madre, su primer amor, su primera relación seria y un coro, a la manera clásica griega, tendrá también su protagonismo.

Como en una tragedia griega, un coro sigue las evoluciones de los personajes.

Como en una tragedia griega, un coro sigue las evoluciones de los personajes. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

Es un juego teatral que también da su visión del 23-F o ironiza sobre los efectos del Covid y que no deja títere con cabeza. Una de las escenas más escalofriantes de este viaje por el tiempo se detiene en el 11-S del 2001 y analiza (con datos, no hace falta opinar) las consecuencias que tuvo a nivel mundial ya que el atentado causó muchísimos más muertos posteriores con las guerras en las que se involucró EEUU que víctimas provocó la destrucción de las Torres Gemelas.

En varias escenas, los actores lucen mascarillas para recordarnos el momento que vivimos.

En varias escenas, los actores lucen mascarillas para recordarnos el momento que vivimos. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

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La hija ahora es madre

De vuelta a la trama principal, Roma ha tenido un hijo, Ròmul, y tiene que aprender a ser madre, aunque pretende explorar un camino diferente al que siguió la suya. El chico, muy indeciso, opta por estudiar teatro, lo que sirve para que se hagan una reflexión sobre este arte en el que estos nueve jóvenes actores pretenden moverse. Y no es complaciente sino casi pesimista.

El hijo, Ròmul (derecha), también descubre el amor.

El hijo, Ròmul (derecha), también descubre el amor. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

Paralelamente, la moda de las consolas provoca la aparición del mismísimo Mario de Super Mario Bros y sus setas que, aunque los niños lo desconozcan, pueden tener efectos alucinógenos. Su presencia deriva en una escena parapsicológica casi onírica antes del desenlace ya anunciado que, ahora, comprendemos.

La aparición de Mario tendrá consecuencias inesperadas.

La aparición de Mario tendrá consecuencias inesperadas. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA

Una hora y media en la que un puñado de chicos nos han dado su propia perspectiva tan sincera como realista de medio siglo de nuestras vidas explicándolas como ellos lo ven, bailando casi sin parar, revirtiendo los tópicos para darles la vuelta y hacerlos suyos, saltándose las normas establecidas. El futuro es suyo. Un espectáculo trepidante que experimenta, que arriesga y tiene notables puntos de interés. Al fin y al cabo, cuando esta gran crisis finalice, la cultura será (una de las pocas cosas) que nos habrá salvado de este periodo insípido de nuestras vidas.

El equipo al completo de 'Ballar (és l'únic) que ens salvarà'.

El equipo al completo de 'Ballar (és l'únic) que ens salvarà'. / MARIONA OLMOS@MW_FOTOGRAFIA