Un 'escape room' infantil para celebrar Halloween en casa

Hace unos días tuvo lugar la tradicional fiesta de Halloween pero más de un peque se ha quedado algo chafado porque no pudo celebrarla como de costumbre disfrazándose y jugando. Sin embargo, aún podemos recuperar un divertido escape room casero sobre esta temática que les permitirá moverse entre sus monstruos favoritos y les hará también ejercitar su mente para encontrar las claves, Frank y su extraña pandilla, el último juego creado por la gente de EscapeRoomEnCasa, autores de otros entretenimientos como La misión pirata o El viaje del astronauta.

Está indicado para niños entre 8 y 12 años y para experimentarlo hay que ir a su página web y contratarlo al precio de 12,99 euros (hay una versión más sencilla para los que tienen entre 5 y 7 años por 9,99 euros). Puede escogerse la versión castellana o la catalana y nos ofrecen 5 descargas posibles. Enseguida recibiremos en nuestro email los archivos necesarios para ponerlo en marcha. En los mismos hallaremos todo el material necesario y las instrucciones para que los papis puedan ir orientándolos. Hay que advertir que los padres deben colaborar preparando unos sobres que deben esconder previamente por la casa y un regalito. En esta tarea pueden invertir algo más de media hora , ya que hay que imprimirlos, recortarlos y pegarlos y nos llevará un ratito…

Empieza la aventura

Una vez que ya tenemos todo el escenario listo escucharemos la presentación en un audio (al material audiovisual se puede acceder por medio de un código QR pero también nos facilitan los enlaces por si preferimos conectarnos por Internet). En el mismo, un tal Francisco (o Francesc) Einstein, Frank para los amigos, nos pide que le ayudemos ya que, mientras preparaba la fiesta de Halloween, encerró involuntariamente a su compañera Cleo, la momia, en un cryptex (una caja con un código). A continuación haremos entrega del primer sobre a los jugadores. En su interior hallarán una carta de Frank y un mapa que les indica el orden en el que deben buscar los sobres. En cada uno de ellos hay un espacio para apuntar las claves que vayamos descubriendo. Es importante conservarlas para utilizarlas al final.

Para empezar deberán encontrar el mensaje que les ha enviado Martí, el zombi (con el símbolo de un cerebro) que les pide que le ayuden a ordenar su habitación y, para encontrar la clave, deberán resolver un par de rompecabezas. La siguiente pista se la dará mediante un vídeo, un fantasma al que le encanta organizar fiestas y bailes y consiste en identificar los instrumentos musicales y relacionarlos con unas misteriosas calabazas. Jack, el esqueleto (como en Pesadilla antes de Navidad) será su siguiente interlocutor, es un fan de las fotografías y les conducirá a un perfil de Instagram con unas fotos de ciudades que tendrán que identificar para poder ordenar unos huesos que estaban en el sobre.

Una bruja y un vampiro

La bruja Maruja (Maduixa, en la versión catalana) aspira a ser una influencer famosa y les revelará los ingredientes necesarios para crear su pócima mágica así como les pide que se suscriban a su canal y le den un like. En el sobre hay una hoja con el abecedario, unos extraños elementos recortados y un gráfico con unas bolas ¿Qué querrán decir? ¿En qué deberemos fijarnos? Para acabar, el vampiro les invita a descubrir la palabra que se oculta tras una serie de zumos vampíricos en la que deberán utilizar las claves descubiertas anteriormente. Si lo resuelven correctamente sabrán qué letras deberán escribir para abrir y el cryptex y liberar a Cleo, que les dará una pista importante para que obtengan su regalo como premio por haber conseguido superar el reto.

Es un juego muy simpático y sencillo que pueden hacer solos. Tiene una duración aproximada de una hora o algo más y provoca que los peques salgan con una sonrisa (que les regalen algo siempre les hace ilusión) y que se entretengan un rato, al tiempo que les hace pensar y estrujarse un poco el cerebro. Una pandilla de excéntricos personajes terroríficos que nos hará rememorar Halloween aunque este año no hayamos podido celebrarlo. ¿Truco o trato?