Literatura catalana
Títulos que combinan calidad literaria e interés por atraer al lector, 'best-sellers' de producción local y traducciones son la fórmula de un sector editorial maduro para repetir el éxito del 2010.
Títulos que combinan calidad literaria e interés por atraer al lector, 'best-sellers' de producción local y traducciones son la fórmula de un sector editorial maduro para repetir el éxito del 2010.
Consagrados y noveles. Latinoamericanos y autóctonos. Muertos que siguen cabalgando. Autores que se toman a sí mismos muy en serio y escritores que se ríen y hacen reír.
Por un lado, la ola de fondo de la recuperación de la memoria de la guerra civil y la represión de la posguerra. Por el otro, un fenómeno editorial consolidado: los 'best-sellers' históricos ambientados en el pasado de Catalunya que aparecen como fruta de temporada antes de Sant Jordi. Dos corrientes que alimentan una oferta abundante, de lo literario a lo comercial.
Aquellos tiempos del Sant Jordi mediático quedaron atrás... o no. Más allá del libro del programa de moda, libro, tele y radio se entrecruzan: opinadores o divulgadores que dejan asentar sus ideas en el papel, creadores que vuelcan su universo en una serie de éxito como en una novela, reflexiones sobre el medio o la nueva narrativa audiovisual...
La buena literatura anglosajona con los maestros Amis, McEwan, Philip Roth, Joyce Carol Oates y Malamud, se da la mano con el descubrimiento de valores como David Vann. Las nuevas letras se descentralizan. Japón tiene mucho que decir con Murakami y el rarísimo Tsutsui y las literaturas nórdicas siguen pujando al alza gracias a Sofi Oksanen y Sjön.
El ciclo triunfal del Barça durante la era Guardiola ha contagiado el día de Sant Jordi durante los últimos años. Los libros sobre el club prácticamente han desbancado a los títulos antes llamados mediáticos. Pero la pasión por el deporte no se acaba con los cracks de la masía. La pasión de correr que llena las calles, un auténtico estilo de vida, tiene también su literatura.