Entrevista

Bonnie Garmus: "Aún hoy, la gente cree que las mujeres guapas son tontas"

La escritora Bonnie Garmus , la autora de 'Lecciones de química'.

La escritora Bonnie Garmus , la autora de 'Lecciones de química'. / FERRAN NADEU

Leticia Blanco

Leticia Blanco

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La tenacidad, una sólida autoestima y algo de sed de venganza (un estupendo combustible para casi todo, también la creatividad) llevaron a Bonnie Garmus a debutar como escritora cumplidos los 60 tras 98 rechazos editoriales. ‘Lecciones de química’ (Salamandra), una novela protagonizada por una química discriminada en el laboratorio que se hace famosa como cocinera televisiva, se ha convertido en todo un fenómeno, con millones de lectores en todo el mundo, varios premios y una adaptación de Apple TV protagonizada por la oscarizada Brie Larson que ha gustado más bien poco a Garmus.  

¿Cómo se convirtió en escritora?

Siempre lo he sido. Escribí mi primer cuento a los cinco años: tenía una página de largo y era realmente malo. A los 12 escribí mi primera novela, de 200 páginas. Después trabajé en el sector tecnológico y seguí escribiendo. La anterior novela a ‘Lecciones de química’ tenía 700 páginas y fue rechazada 98 veces. 

¿Y de dónde salió ‘Lecciones de química’?

De un mal día de trabajo. Estaba en una reunión en la que, como casi siempre, era la única mujer en la sala. Hice una presentación, fui ignorada por completo y acto seguido, tras un silencio muy incómodo, uno de los hombres que estaba allí dijo: ‘Esto es lo que creo que deberíamos hacer’. Y a continuación, repitió todo lo que yo había dicho. Volví a mi mesa cabreadísima y escribí el primer capítulo de ‘Lecciones de química’. Su protagonista, Elizabeth Zott, se me apareció y me dijo: ‘¿Has tenido un mal día? Yo tuve una mala década’. 

Así que fue como una especie de venganza. 

Es una manera de verlo. Diez años después, uno de los hombres que estaba en esa reunión vino a una las firmas de mis libros y me dijo que estaba muy arrepentido de su comportamiento. Me trajo 10 ejemplares para que se los dedicara a todos los que estaban ese día en la sala. En general, les escribí cosas bonitas a todos, menos a uno de ellos, al que le puse ‘Karma is a bitch’ [Risas].

Elegimos ignorar que Mozart y Einstein eran autistas y fueron dos de las mentes más brillantes que ha dado el mundo. El autismo no es ninguna discapacidad

¿Cómo se le ocurrió mezclar la cocina y la química? En la novela parecen dos lenguajes distintos que, en el fondo, hablan el mismo idioma. 

Quería colocar a Elizabeth en la televisión para que fuera capaz de difundir su mensaje y la única manera de hacerlo creíble en esa época era con algo relacionado con el hogar. También quería que estuviera relacionada con la ciencia y la química era perfecta para ello, aunque fue difícil. Tuve que estudiar los manuales de los años 50, la química era distinta a la que se enseña hoy. Pero fue un proceso muy gratificante. La química afecta a todas las demás ciencias y a cada cosa que existe sobre la faz de la tierra.

Entrevista con la escritora Bonnie Garmus , la autora de 'Lecciones de química'.

Entrevista con la escritora Bonnie Garmus , la autora de 'Lecciones de química'. / FERRAN NADEU

¿Cómo se escribe un libro feminista protagonizado por una mujer famosa por cocinar en los años 60? Las mujeres siguen cocinando más, aunque los chefs famosos son casi todos hombres.

Lo sé, la sociedad tiende todavía a reforzar la idea de que los hombres son superiores a las mujeres, muchos estereotipos siguen perpetuándose aunque la ciencia lo desmienta. Por eso para mi era clave situar a Elizabeth en un ambiente de científicos, todos ellos tenían que saber que pese a ser una mujer, ella era tan capaz como ellos, pero decidieron ignorarlo. Decidieron seguir los prejuicios en lugar de los hechos de la ciencia.  

Solo el 28% de los empleos STEM es femenino. Un 28% es un número terrible. Sobre todo porque los trabajos STEM son los más lucrativos y necesitamos que las mujeres tengan poder y dinero

Los dos protagonistas, Elizabeth Zott y Calvin Evans (Lewis Pullman en la serie de Apple TV) tienen en común ser muy poco complacientes, incluso algo asociales. 

Ambos son introvertidos y sufrieron terribles tragedias en su infancia. Él es un científico famoso y todo el mundo presupone que por eso no tiene problemas. Con ella sucede lo mismo porque es hermosa. Hace poco leí un estudio que decía que aún hoy, la gente tiende a creer que las mujeres guapas son tontas. Así que quería darle esa cualidad a ella y cierto estoicismo para sobrellevarla. Mucha gente que ha leído el libro piensa que Elizabeth y Calvin están dentro del espectro y es algo que me encanta porque tengo muchos amigos que lo están. Elegimos ignorar que Mozart y Einstein eran autistas y fueron dos de las mentes más brillantes que ha dado el mundo. El autismo no es ninguna discapacidad y las personas dentro del espectro tienen muchísimo que ofrecer, probablemente más que el resto de nosotros. 

¿Por qué el estocicismo?

Porque sus principios están estrechamente alineados con ciertos rasgos del autismo, como la autorresponsabilidad, el sentido de la lógica, la capacidad de separar lo bueno y lo malo, de decir lo que uno piensa.

¿Qué le dicen las químicas que han leído el libro?

Me han escrito muchas mujeres que trabajan en el campo de la ciencia y es preocupante la cantidad de ellas que me han confesado que trabajar en el laboratorio de Elizabeth Zott se parece mucho a hacerlo en 2024. Solo el 28% de los empleos STEM es femenino. Un 28% es un número terrible. Sobre todo porque los trabajos STEM son los más lucrativos y necesitamos que las mujeres tengan poder y dinero, solo entonces podemos seguir adelante. Lo contrario, frenar a las mujeres, frena al mundo entero. 

Hay perros que saben más de mil palabras porque sus dueños les han entrenado. Lo curioso es que ninguno de nosotros habla en ‘perro’, y esperamos que los perros aprendan inglés o castellano.

¿No es optimista sobre lo que ha avanzado el feminismo?

En Estados Unidos nos han quitado el derecho al aborto. Estamos perdiendo cosas tan básicas como el control de nuestros cuerpos. Las mujeres todavía ganan mucho menos que los hombres, algo que no tiene ningún tipo de sentido. Tendemos a darle muchos más crédito a la sociedad a la hora de moldearnos, cuando en realidad estamos moldeados por la ciencia. La ciencia nos controla a nosotros y a nuestros cuerpos. 

La entidad como personaje que le da al perro de Elizabeth en la novela, Seis y Medio, es muy especial. Es un perro con conciencia, que entiende a la perfección lo que le dicen los humanos. 

Está basado en un perro que tuve que se llamaba Viernes. Era muy inteligente. Cuando nos mudamos a Suiza, ¡aprendió alemán! Incluso los árboles toman decisiones. Los perros, todos los animales, procesan información y toman decisiones. Su inteligencia es diferente, pero eso es porque tendemos a medir la inteligencia en términos humanos y eso es un error, porque resulta muy limitado. Los humanos solo somos una parte del reino animal. Hay perros que saben más de mil palabras porque sus dueños les han entrenado. Lo curioso es que ninguno de nosotros habla en ‘perro’, y esperamos que los perros aprendan inglés o castellano. 

La serie ha sido adaptada por Apple TV con Brie Larson como protagonista, ¿qué le ha parecido?

La verdad es que yo no la habría hecho así. En la serie Elizabeth está demasiado asustada todo el rato, y en la novela ella no es una mujer asustada. Necesitamos más modelos a seguir de mujeres sin miedo. Yo conozco a muchas. En la serie apostaron más por la parte del romance, lo cual me parece un poco antifeminista, la verdad. Lo más difícil de llevar es que se equivocaron en gran parte de la ciencia y he recibido muchos comentarios de científicos.

Suscríbete para seguir leyendo