Crítica de 'Abigail': terror sin carisma

La dupla Radio Silence, nombre artístico de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, se mueve desde hace muchos años en el terror (y aledaños), pero fue 'Noche de bodas' (2019) la película que acabó de ubicarlos en el género y darle cierto bombo al colectivo. Además de meterles en proyectos más grandes: después de aquella película vendrían 'Scream' (2022) y 'Scream VI' (2023). No hay duda de que les gusta el género y son directores con recursos, eficaces. Sin embargo, su nombre de guerra, Radio Silence, sigue siendo mejor que ellos. A sus películas les falta personalidad y carisma, y les sobra mecánica.

'Abigail', sobre un grupo de delincuentes que secuestran a una niña bailarina y deben custodiarla en una mansión hasta que paguen un rescate por ella, todo eso se ve clarísimo. Sospechosamente parecida a la muy superior 'Livide' (2011), de los franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury, la película de Radio Silence tiene potencial de buen entretenimiento de terror (el humor entra de forma deliberada desde el principio). Pero se queda a medio gas. Se expli-ca todo el rato a sí misma de forma cansina, los elementos cómicos son pobres, la ejecución de la acción es correcta pero rutinaria y, lo más importante, ni la iconografía ni las escenas al servicio de la bailarina son lo suficientemente perturbadoras o terroríficas. Lo único realmente destacable, la divertida insolencia de Dan Stevens en el último tramo del filme.