F.A.N.T.A., los Ramones de 'Santako': "Tocar una canción más de dos minutos es aburrir"

“No se nos había ocurrido que el grupo cumple 25 años hasta que nos lo has dicho tú”. Así se presenta F.A.N.T.A. (con puntos entre las letras para evitar problemas legales), el trío de Santa Coloma de Gramenet que desde hace un cuarto de siglo enarbola la bandera del punk-pop ramoniano con esa mezcla de entusiasmo adolescente y desidia juvenil que ha marcado todos sus pasos desde 1999. “Siempre hemos tenido un punto de desorden y dejadez, de no tomarnos las cosas demasiado en serio y no tener demasiadas aspiraciones -explica Óscar, cantante y guitarrista-. Esa actitud nos ha hecho perder oportunidades, porque quizá podríamos haber llegado más lejos actuando de otra manera, pero también, al quitarnos presión, nos ha permitido seguir adelante todos estos años”.

Maestros en el arte de no darse importancia, los componentes de F.A.N.T.A. han ido dejando pistas de su particular filosofía existencial en los títulos de algunos de sus discos y canciones -‘Así no vamos a ninguna parte’, ‘Soy un idiota’, ‘Mala suerte’, ‘Más de lo mismo’, ‘No puedo cambiar’, ‘Mi zona de confort’…- y, sin embargo, su carrera es un modelo de coherencia, de constancia y, aunque pueda sonar paradójico, de ambición bien entendida. ¿Qué aspiración más noble pueden tener los miembros de una banda de rock and roll que la de hacer solamente aquello que les gusta durante 25 años sin dejar de divertirse? “Pasarlo bien, tío. Eso es lo que queríamos cuando empezamos y es lo que nos sigue moviendo hoy”.

El casete de 'It's alive'

Podría decirse que F.A.N.T.A. nació el día en que Óscar y Beto (batería y principal compositor) descubrieron a los Ramones gracias a un casete del ‘It’s alive’ que les pasó un amigo del instituto. “Nos quedamos flipados -relata el cantante-. Sobre todo Beto, que se metió a fondo y ya no quiso escuchar otra cosa”. El descubrimiento generó la necesidad de montar un grupo para tocar esa misma música, pero aún tardaron un tiempo en ponerse a ello porque Beto no consiguió la batería que sus padres le habían prometido si aprobaba todas las asignaturas (risas). En 1999, los dos amigos formaron por fin una banda de versiones de los Ramones con Noe, la novia de Óscar (hoy su esposa), en el puesto de bajista.

Como tantas otras cosas en la carrera de F.A.N.T.A., el nombre del grupo llegó por puro accidente. “Grabamos una maqueta [‘Quiero ser tu Johnny Ramone’] y un colega quiso enviarla al programa de Juan de Pablos en Radio 3. Él mismo hizo la portada y, como todavía no teníamos nombre, escribió ‘Fanta’, ahí, sin decirnos nada. A Juan le gustó y la empezó a poner y, claro, aunque el nombre no nos molaba, ya no lo podíamos cambiar porque había salido por la radio”. Poco después, Noe dejó la banda y ocupó su lugar Gabi, a quien también habían conocido en el instituto. “Sí, pero él era más listo y como iba pasando de curso nos dejó atrás”, cuenta Óscar.

Fórmula innegociable

Desde el principio, F.A.N.T.A. encarnó con una precisión al alcance de muy pocos el prototipo de banda de impronta ramoniana, mezclando el frenético raka-raka guitarrero con unas estupendas melodías reminiscentes del pop de los 50 y los 60 y unas letras intrascendentes y divertidas plagadas de amores adolescentes y alusiones al cine de serie B y los tebeos. Todo concentrado en píldoras de dos minutos o menos. “Tenemos alguna más larga, pero tocar la misma canción más de dos minutos es aburrir”, dice Óscar. La fórmula es innegociable. “Ahora tocamos mejor y en los discos sacamos mejor sonido que hace 20 años, pero no vamos a dar un giro hacia otro estilo -señala Gabi-. Si lo hiciéramos, sería con un proyecto diferente, porque F.A.N.T.A. es lo que es”. Johnny Ramone estaría orgulloso de ellos.

Echando la vista atrás desde su cuarto de siglo, Óscar, Beto y Gabi tienen motivos sobrados para pensar que lo han hecho bien, aunque a ellos les cueste decirlo. Arropados y elogiados ya en sus inicios por gente de bandas de referencia como Los Nikis, Los Vegetales y DDT, el trío colomense (“no somos de Barcelona, somos de Santa Coloma”, subrayan) ha cosechado con sus atómicos directos y sus adictivas grabaciones un leal pelotón de seguidores en toda España y en lugares tan dispares como Japón (un sello de Tokio publica allí sus discos), Centroeuropa y Latinoamérica.

La última entrega de F.A.N.T.A. es el pimpante epé de seis canciones ‘¡Me aburro! Vol. 1’. La elección del título es otra muestra impecable de la idiosincrasia del grupo. “Teníamos una canción titulada ‘¡Me aburro!’, pero en el último momento nos pareció que no estaba acabada de todo y la dejamos fuera. Y como nos gustaba el título, lo conservamos y le pusimos lo de ‘Vol. 1’. Así ya incluiremos la canción en el ‘Vol. 2’”. El viernes día 12 lo presentan en la Sala Vol de Barcelona, en un concierto compartido con las vilanovinas The Gachises y el trío egarense Panellet. Fiesta ‘ramone’ por todo lo alto.

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