Cine

30 años de 'Barcelona' de Whit Stillman, un filme sobre la ciudad y la OTAN

El estadounidense Whit Stillmam fue uno de los primeros cineastas extranjeros en rodar íntegramente una película en la ciudad

En el reparto de la película figuraban Taylor Nichols, Chris Eigeman, Mira Sorvino, Tushka Bergen y Pep Munné.

En el reparto de la película figuraban Taylor Nichols, Chris Eigeman, Mira Sorvino, Tushka Bergen y Pep Munné. / EPC

Quim Casas

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Whit Stillman, nacido en Washington en 1952, llegó a España hacia 1979 y a los pocos meses contrajo matrimonio con una mujer catalana que le descubrió Barcelona, o una parte de Barcelona. Un proyecto de película ambientada en la ciudad, y centrada en un evidente choque cultural, quedó de momento archivado. Comenzó a imaginar la historia en 1983, el mismo año en el que, en Madrid, se hizo amigo de Fernando Trueba y Fernando Colomo, apareciendo como actor en dos filmes de estos, ‘Sal gorda’ y ‘La línea del cielo’. 

 Pero antes el director realizó su primer largometraje, ‘Metropolitan’ (1989), una comedia dramática sobre los devaneos ideológicos de un grupo de amigos del Upper West Side neoyorquino que compitió en el festival de Sundance y fue nominada al Oscar en la categoría de guion.

Whit Stillman, nacido en Washington en 1952, llegó a España hacia 1979 y a los pocos meses contrajo matrimonio con una mujer catalana que le descubrió Barcelona.

Whit Stillman, nacido en Washington en 1952, llegó a España hacia 1979 y a los pocos meses contrajo matrimonio con una mujer catalana que le descubrió Barcelona. / EPC

 Stillman decidió poner en marcha después su proyecto barcelonés en el que la capital catalana tendría el mismo e importante papel que Nueva York en su anterior trabajo. Ambos son relatos en los que los personajes están identificados de diversas formas con esa geografía física y cultural, pero en el caso de ‘Barcelona’ (1995), de cuyo rodaje se celebran ahora 30 años, lo más destacado estaba en la confrontación entre las gentes de aquí y los turistas accidentales estadounidenses, dada la impopularidad de estos y de la OTAN. 

 Stillman ideó el filme en 1983 y en ese año lo ambientó aunque, al rodarlo, la situación geopolítica era distinta. España había entrado en la OTAN en 1982, con la abierta oposición del PSOE, pero sería bajo el mandato de Felipe González, en 1986, que se celebraría un referéndum que ratificó la permanencia española en la denominada Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Stillman se trajo a Barcelona a los dos protagonistas masculinos de ‘Metropolitan’, Taylor Nichols y Chris Eigeman.

Stillman se trajo a Barcelona a los dos protagonistas masculinos de ‘Metropolitan’, Taylor Nichols y Chris Eigeman. / EPC

 Uno de los aspectos que destacó entonces de ‘Barcelona’ es que se trataba de una de las primeras películas filmadas enteramente en la ciudad por un cineasta extranjero. El mismo año también se rodó en Barcelona ‘La tabla de Flandes’, adaptación de la novela de Arturo Pérez Reverte a cargo de Jim McBride. Antes, Michelangelo Antonioni había capturado algunas escenas con Jack Nicholson en Barcelona para ‘El reportero’ (1975), y Orson Welles se había sentado en uno de los cafés de la Plaça Reial de la ciudad simulando que era una plaza de La Habana en ‘El viaje de los malditos’ (1976), de Stuart Rosenberg.

 Stillman y McBride abrieron la veda. Vendrían después Susan Seidelman (‘Tardes con Gaudí’) y Woody Allen (‘Vicky Cristina Barcelona’) para ratificar la fotogenia de la ciudad, aunque en ambos casos polarizada por el efecto Gaudí. Todos estos filmes suceden en Barcelona, pero su casco antiguo y otras localizaciones servirían también para las recreaciones de ‘El perfume: Historia de un asesino’, de Tom Tykwer, ‘Caza al asesino’, un thriller internacional con Sean Penn y Javier Bardem, o ‘Biutiful’, filme del mexicano Alejandro González Iñárritu también con Bardem.

Stillman no se mojó en cuanto al tema de las bases americanas. Prefería entonces la comedia más sofisticada y ligera.

Stillman no se mojó en cuanto al tema de las bases americanas. Prefería entonces la comedia más sofisticada y ligera. / EPC

 Stillman se trajo a Barcelona a los dos protagonistas masculinos de ‘Metropolitan’, Taylor Nichols y Chris Eigeman, para que encarnasen respectivamente al responsable de una empresa de Chicago, algo perdido en la ciudad, pero curioso siempre, y un miembro de la marina estadounidense destinado a Barcelona para suavizar los conflictos derivados de la repulsa hacia la OTAN. 

 Desde la perspectiva cruzada de ambos se contempla una ciudad parcializada, la del Eixample, al Diagonal y el Passeig de Gràcia, esencialmente, y en oposición a la mirada de las distintas mujeres que conocen, interpretadas por la australiana Tushka Bergen, la estadounidense Mira Sorvino y la inglesa Hellena Schmied.

Su primera película, 'Metropolitan', ambientada en el Nueva York más 'preppy'.

Su primera película, 'Metropolitan', ambientada en el Nueva York más 'preppy'. / EPC

 El filme, que se estrenó en Barcelona en abril de 1995 después de cosechar un buen éxito como producción independiente en Estados Unidos, generó alguna crítica airada por su representación de la urbe barcelonesa. “No me interesaba describir la época”, comentó Stillman durante la presentación del filme, “pero si de qué manera el ambiente antiamericano hacía más difícil el problema de la comunicación entre las personas, especialmente las relaciones sentimentales”. ‘Barcelona’ es un relato sobre varios personajes, y el entorno condicionante en el que se mueven, planteado como una sátira sobre la falta de entendimiento.

 Stillman no se mojó en cuanto al tema de las bases americanas. Prefería entonces la comedia más sofisticada y ligera. No en vano algunas de sus películas preferidas eran comedias y musicales clásicos como ‘La alegre divorciada’, ‘La pícara puritana’ y ‘El bazar de las sorpresas’. Tras su experiencia en Barcelona y Madrid, se instalaría en Francia a finales de los 90. 

 Ha realizado después películas en sintonía con sus filmes neoyorquino y barcelonés, caso de ‘The last days of disco’ (1998) –otro retrato del Nueva York de los 80, en este caso el de la cultura de clubes, con Kate Beckinsale, Chloë Sevigny y Jennifer Beals–, ‘Damiselas en apuros’ (2011) –comedia sobre universidades y moda con Greta Gerwig– y ‘Amor y amistad’ (2016), adaptación de una novela de Jane Austen ambientada en la alta sociedad británica de finales del siglo XVIII, de nuevo con Beckinsale y Sevigny. En 2020 trabajó como actor en ‘El olvido que seremos’, el filme colombiano de su amigo Fernando Trueba.