Sergi Belbel y su 'Pasión' contemporánea

Han sido transcritas, coreografiadas, ejecutadas por conjuntos de cámara, por orquestas románticas, con instrumentos originales... Las ‘Pasiones’ de Johann Sebastian Bach, la ‘Según San Mateo’ y la ‘Según San Juan’, son oratorios que fueron concebidos para ser cantados la víspera del Viernes Santo y narran la pasión y muerte de Jesús tal y como se explica en los evangelios. El genio bachiano escribió cinco siguiendo la tradición protestante, de las que solo sobreviven las antes citadas, obras capitales de la cultura occidental.

La siempre dinámica Orquestra Simfònica del Vallès (OSV) ha querido montar su propia 'Pasión según San Juan', completamente renovada con textos escritos por el profesor, dramaturgo, gestor y director teatral Sergi Belbel que reemplaza y funde la narración del Evangelista con la pasión de una enferma terminal. La mezcla funciona, la trama fluye y al respetarse casi todos los coros, corales y arias, el espectáculo no pierde su sentido trágico y trascendente para transformarse en un viaje propio del público de hoy igual de doloroso.

Al gran aparato musical se han unido los actores Mercè Pons y Enric López como narradores de la historia de una mujer que sabe que la enfermedad la matará, que duda, se estremece, se cuestiona y que también piensa en Jesús. Los otros personajes bíblicos desaparecen para dar voz a esta pasión contemporánea nacida de la sensibilidad dramática de Belbel, que consigue universalizar la metáfora cristiana para apuntar al sufrimiento de todo ser humano en los momentos que preceden a la muerte y se enfrentan “al miedo al dolor y a la pérdida”.

La masa coral, fundamental en esta obra, sumó en este caso hasta 220 intérpretes, uniendo a representantes del Cor Madrigal, el Cor de Cambra de la Diputació de Girona, el Quòdlibet Grup Coral, la Coral Belles Arts y el Cor de la URV.

Desde el podio, y con un resultado más que convincente, Xavier Puig se encargó de engrasar esta increíble maquinaria con entusiasmo y extroversión contando con un cuarteto solista encabezado por la soprano Marta Mathéu y el barítono Josep-Ramon Olivé, junto a la mezzo Eulàlia Fantova y el tenor Joan Francesc Folqué. Que ellas fueran vestidas de rojo, definitivamente, no fue la mejor opción.

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