Sinfónica

Un Haydn brillante por la OBC en el Palau

El conjunto catalán visitó su antigua sede con el oratorio ‘La Creación’, obra maestra del compositor austríaco

La OBC recrea ‘La Creación’ de Franz Joseph Haydn, en el Palau de la Música Catalana.

La OBC recrea ‘La Creación’ de Franz Joseph Haydn, en el Palau de la Música Catalana. / A. Bofill

Pablo Meléndez-Haddad

Pablo Meléndez-Haddad

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Capitaneada por su directora invitada, Marta Gardolińska, la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) volvió el viernes al Palau de la Música Catalana, escenario que fue su sede hasta 1999, cuando se trasladó al entonces recién inaugurado Auditori barcelonés. De eso hace ahora un cuarto de siglo, periodo en el que la orquesta ha vuelto al Palau en contadas ocasiones, siempre como conjunto invitado y con programas interesantes. En este regreso que marca el comienzo de un mes de celebraciones en el Auditori, la OBC interpretó el oratorio ‘La Creación’ de Franz Joseph Haydn acompañada del Cor Jove del Orfeó Català –que dirigen Pablo Larraz y Oriol Castanyer– y por un trío español de solistas vocales.

Estrenado a finales del siglo XVIII con un libreto de Gottfried van Swieten e inspirado en diversos escritos anteriores (alguno incluso preparado para el rey del oratorio, Händel), ‘La Creación’, en tres partes, es una obra imponente y ambiciosa, tanto por su orquestación como por el tratamiento de los coros y de las voces, sin olvidar sus constantes y vanguardistas golpes de efecto teatrales –sobre todo en los recitativos–, como esa ‘representación del caos’ con la que Haydn ilustra el poder de la divinidad un su obra. El oratorio narra la creación del mundo y de los hombres sobre todo según el libro del ‘Génesis’, discurso que el compositor convierte en una de sus obras maestras con un pie en el Clasicismo y otro en un Romanticismo incipiente.

Marta Gardolińska, en su debut en el Palau, impuso una lectura suficientemente contrastada y guió con inteligencia a un coro juvenil muy bien preparado, de dicción clara y que llegó a los extremos de la tesitura sin mayores problemas. La OBC, con sus efectivos motivados, consiguió momentos mágicos, como en la creación del sol, dominando una obra compleja y exigente.

Una vez más el barítono José Antonio López ofreció una lección de canto con un fraseo inmaculado, expresividad y absoluto dominio técnico y expresivo, mientras la soprano Jone Martínez emocionaba con un canto delicado y eficaz; además, a su timbre brillante y luminoso se unió un perfecto control del ornamento, como en la mozartiana "Nun beut die Flur das frische Grün" o en "Auf starkem Fittige schwinget sich", junto a una flauta que supo darle la réplica. Pese a su desempeño enteramente correcto y a su desenvuelta entrega en escena, el tenor Jorge Navarro Colorado no alcanzó el nivel de sus dos compañeros al exhibir una voz de limitada proyección y con un 'vibrato' a ratos incómodo.

Suscríbete para seguir leyendo