Obituario

Muere Shane MacGowan, almirante de The Pogues, la tripulación que inventó el punk celta

El compositor y cantante de la arrebatadora banda de los 80 habría cumplido 66 años el próximo día de Navidad, fecha a la que dedicó 'Fairy tale of New York', canción navideña desde el punto de vista de un hombre que ha echado su vida a perder

Shane MacGowan, líder de la banda irlandesa The Pogues, en un concierto en Londres en 20144

Shane MacGowan, líder de la banda irlandesa The Pogues, en un concierto en Londres en 20144 / Leon Neal / Afp

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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Una semana después de abandonar el St Vincent’s Hospital de Dublín tras cinco meses ingresado a causa de una infección en la sangre, Shane MacGowan ha fallecido a los 65 años en la capital de Irlanda, informó este jueves su esposa, Victoria Mary Clarke.

El compositor y cantante habría cumplido 66 años el próximo día de Navidad, periodo festivo sobre el que escribió la inmortal ‘Fairy tale of New York’ (1988), una canción navideña desde el punto de vista de un hombre que ha echado su vida a perder. Los fracasados también tuvieron sueños y tienen corazón, nos viene a decir MacGowan en el número de marras.

De hecho, buena parte de su obra con The Pogues da voz a marginales y perdedores, sean vagabundos, borrachos, chaperos, mutilados de guerra, forajidos o simplemente jóvenes de clase obrera sin futuro. Siempre escribió desde la simpatía por ellos. Y con conocimiento de causa. Esa fue su verdad y su grandeza.

Gloria irlandesa

En 2018, Irlanda le rindió un homenaje al cumplir 60 años, con un concierto en el National Concert Hall de Dublín en el que participaron, entre otros, Bono, Sinéad O'Connor, Nick Cave o Glen Hansard. En ese acto, el presidente irlandés, Michael D. Higgins, le condecoró con un premio por su trayectoria profesional. Era una gloria nacional, pese a que había nacido en Pembury, Inglaterra, en 1957, y había formado The Pogues en Londres. Y a que al principio su aproximación salvaje a las 'rebel songs' irlandesas causó sarpullidos en el folk de la isla. Sus raíces, no obstante, estaban en Irlanda. Y hacía falta valor para reivindicarlas en Inglaterra en la década de 1980.

Trilogía formidable

Al frente de The Pogues publicó MacGowan una trilogía inicial formidable: ‘Red roses for me’ (1984), ‘Rum, sodomy & the lash’ (1985) e ‘If I shoul fall from grace with God’ (1988).

Siempre cultivó el grupo cierto aire uniformado, de manera memorable en su segundo álbum, en el que los miembros aparecen como una especie de oficiales amotinados de la Marina Real británica de la época del vicealmirante Nelson. La portada del elepé está inspirada en el cuadro ‘La balsa de Medusa’, de Théodore Géricault.

Había que tener horchata en las venas para ser joven y no querer enrolarse en esa tripulación que había tenido una de las ideas del siglo: inyectar a la música tradicional irlandesa la energía del punk. La idea era buena, pero tampoco habría funcionado como funcionó sin canciones de MacGowan de la talla de ‘A pair of brown eyes’. Ni sin estremecedoras interpretaciones vocales, de nuevo a cargo de MacGowan, de piezas ajenas como ‘Dirty old town’ o ‘And the band played Walzing Matilda’, un ‘tour de force’. Otros se sumaron a la fórmula, solo The Pogues arrasaron.

La pandilla de 'Trainspotting'

No es casualidad que en ‘Station to station’, el último relato de ‘Trainspotting’ (1993), de Irvine Welsh, libro ambientado en un momento indeterminado de la segunda mitad de los años 80, la pandilla edimburguesa tenga preparada como coartada de su viaje a Londres para vender una partida de heroína la asistencia a un concierto de la banda. Todos los ‘outsiders’ eran bienvenidos a la marinería de The Pogues.

Estallido punk

MacGowan no había salido de la nada. Fue un asiduo de los conciertos del estallido del punk londinense, como muestra abundante metraje documental, y formó parte de The Nipple Erectors, más tarde The Nips, grupo que publicó cuatro sencillos y un elepé entre 1978 y 1981. 

MacGowan había sido un estudiante con destellos de brillantez en lengua y escritura. Y conflictivo. En los tiempos prepunk estaba en la onda caníbal, fan de Stooges y Pink Fairies. El consumo de estupefacientes le sentó como un tiro y pasó una temporada en un hospital psiquiátrico. Si su canción para The Pogues 'The old main drag' pone los pelos de punta quizá sea porque tuvo algún escarceo como prostituto callejero.

El consumo disparatado de alcohol y drogas ilegales le obligó a abandonar los escenarios en 2010, hasta quedar confinado en los últimos años de su vida a una silla de ruedas. Eso para salir. Por lo común hacía vida en un sillón frente al televisor, sin horarios.

Con Jesús y María

"Shane, quien siempre será la luz que tengo ante mí y la medida de mis sueños y el amor de mi vida y el alma más hermosa y el ángel más bello y el sol y la luna y el comienzo y el final de todo lo que aprecio, se ha ido para estar con Jesús y María y su hermosa madre Teresa", escribió Clarke en sus redes sociales.