Opinión | The conversation

Joan Tumblety

profesora universitaria

¿Disparó realmente Napoleón contra las pirámides? La verdad que se esconde tras la última película de Ridley Scott

Un fotograma del 'Napoleón', de Ridley Scott

Un fotograma del 'Napoleón', de Ridley Scott / EP

Los directores de largometrajes históricos se enfrentan a una difícil tarea: ¿cómo hacer que los personajes resulten familiares para el público sin reducirlos a la caricatura? ¿Cómo pueden asegurarse de que saber el desenlace –batallas ganadas o perdidas, imperios construidos y luego arruinados– no haga que parezca que la historia se escribe sola?

El director Ridley Scott no es historiador, y su objetivo no es instruirnos sino entretenernos. Pero la cuestión de cuánto de verdad histórica hay en su cinta es interesante.

En un asombroso acto de arrogancia, Napoleón ya había colocado una corona sobre su propia cabeza, aunque el óleo sólo lo muestra con hojas de laurel para destacar sus triunfos marciales. Lo que la película de Scott retrata es la magnificencia de los cuadros, que mostraban a Napoleón y a su emperatriz bajo una luz halagadora, más que la ceremonia de coronación en sí.

Su relación con Josefina

No cabe duda de que Napoleón sintió una profunda pasión por Marie Joséphe Rose de la Pagerie –conocida por él como Josephine–, con quien se casó en 1796, cuando su carrera militar estaba en ascenso. Sin embargo, su representación en la película de Ridley Scott como una joven seductora probablemente se basa más en el cliché sexista que en la indudable seguridad en sí misma que tenía Josefina.

Cuando se conocieron, ella era seis años mayor que Napoleón, viuda y madre de dos niños pequeños, y los sentimientos del joven general eran aparentemente más fuertes que los de ella. Mientras estaba en campaña, le escribía prácticamente todos los días. Su pluma a veces perforaba el pergamino, tal era la fuerza de sus emociones. Sin embargo, algunas de estas cartas quedaron sin abrir.

Su relación fue tan tumultuosa como apasionada, y ambos cónyuges tuvieron varias aventuras. Sin embargo, cuando Napoleón instigó el divorcio en 1809 por falta de heredero, este fue sorprendentemente amistoso. La emperatriz conservó el título imperial hasta su muerte en 1814 y se le permitió seguir viviendo en el Château de Malmaison imperial.

¿Estuvo Napoleón presente en la ejecución de María Antonieta?

El otoño de 1793 fue especialmente ajetreado para Napoleón, dado su papel cada vez más importante en el sitio de Tolón. Los rebeldes federalistas habían entregado la flota francesa al almirante británico Samuel Hood, y el joven oficial de artillería comandó la operación que consiguió recuperarla.

Por lo tanto, es muy poco probable que se aventurara a ir a París en octubre para estar entre la multitud que presenció la ejecución de la reina María Antonieta.

En una carta a su hermano mayor José, sin embargo, Napoleón sí que afirmó haber presenciado el asalto al Palacio de las Tullerías por una multitud enfurecida de manifestantes republicanos en junio de 1792. Lo encontró repulsivo.

¿Disparó realmente Napoleón contra las pirámides?

Napoleón comenzó su campaña egipcia en 1798. El legado cultural de la campaña puede verse en la bien surtida sección de egiptología del Museo del Louvre. Pero el lugar también fue escenario de atrocidades.

En un momento dado, varios miles de soldados otomanos fueron fusilados o arrojados al mar por orden de Napoleón, en lugar de ser apresados. No hace falta inventar trampas de hielo ni que Napoleón ordene a sus hombres disparar contra las pirámides, como hace la película biográfica de Ridley Scott, para dejar ver su cruel desprecio por la vida.

Fue el rumor de que Napoleón había ordenado envenenar a sus propias tropas en Jaffa, afectadas por la peste, lo que acabó por empañar su reputación a principios del siglo XIX. El rumor perduró, por brillante que fuera la respuesta del artista Antoine-Jean Gros, a quien Napoleón encargó en 1804 que pintara una historia diferente.

La película de Ridley Scott no recoge el pasado sino que se basa en los relatos e imágenes que han representado a Napoleón desde su muerte, muchos de ellos creados por sus propias manos.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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