Alianza con raíces

Riders of the Canyon, una hermandad atrincherada en “el nicho del nicho”

El grupo creado por Joana Serrat, Víctor Partido, Matthew McDaid y Roger Usart actúa este jueves en la sala La Nau tras cosechar con su primer álbum excelentes críticas en la prensa internacional 

Joana Serrat, Víctor Partido, Matthew McDaid y Roger Usart.

Joana Serrat, Víctor Partido, Matthew McDaid y Roger Usart. / David Giménez

Jordi Bianciotto

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Son cuatro músicos de contrastadas credenciales, pero, aunque su alianza pueda etiquetarse como ‘supergrupo’, lo suyo, un rock con raíces y ecos del género Americana, permeable a influjos poco canónicos, opera bajo radar. “En la independencia de la independencia, el nicho del nicho”, observan con deportividad. ¿Se sienten ‘rara avis’ en la escena? “¿Qué escena? Nadie nos esperaba, pero nosotros teníamos la necesidad de hacer algo juntos. Si con eso participamos de una escena, bien, y si no, seremos la escena de nosotros cinco”, razona Joana Serrat en vísperas del concierto del grupo, este jueves, en la sala La Nau.

Junto a la cantante-guitarrista de Vic, cierran filas Víctor Partido, Matthew McDaid y Roger Usart, creadores cada uno de ellos con discografía propia a su nombre. Una confluencia cuyos precedentes se sitúan hace seis años, cuando Serrat, Partido y Usart, entonces con Marta Delmont como cuarto vértice, abrieron el concierto de The Band of Heathens en Rocksound. Para Serrat, los Riders satisfacen “una necesidad de volver al origen, a las ganas de tocar”, y la liberan de las tensiones propias de una carrera individual. “Cuando eres cantante en solitario, sientes un peso que cargas tú solo. Yo sentía una soledad y la necesidad de volver a hacer canciones por el gusto de hacerlas y de compartirlas. Había una parte de sanación ahí”.

Un extraño equilibrio

Ha ido cobrando forma una auténtica “hermandad”, observa McDaid, norirlandés afincado en Girona. “Cuando estamos juntos en una sala, todo funciona”. Se respira en este álbum que Serrat califica de “fantásticamente heterogéneo-homogéneo”, portador de un “extraño equilibrio”. Para Víctor Partido, lo más relevante es que “el concepto nace de las canciones y, a partir de ahí, hay los vasos comunicantes entre las cuatro personalidades”.

Las primeras cinco piezas vieron la luz en un epé en 2022, al que se sumaron otras cinco, configurando el álbum que salió el pasado junio. Repertorio que abre un tema arrollador, ‘Master of my lonely time’, más ‘shoegazer’ que ‘roots’, y que maneja variados influjos folk, ecos filo-country y dinámicas de rock neoclásico, alternando las voces y brindando armonías con aura. “En ‘Dirty water’, por ejemplo, hay una esencia de guitarras de doce cuerdas que a mí me recuerda a The Byrds y a REM, con voces a lo Eagles”, observa Partido. Sabían que todo ello podía derivar en “un popurrí”, confiesa Serrat. “Pero de una manera diría que casi mágica hemos conseguido que tenga una cohesión, atendiendo a la idea de romper un poco con las etiquetas de los géneros”.

El eco exterior

La familia es, de hecho, mucho más grande de lo que parece: está David Giménez, “hombre a la sombra”, firmante de letras, y esa constelación de músicos estadounidenses que figuran en la nutrida lista de créditos. Instrumentistas de prestigio, entre ellos miembros de Midlake, vinculados también a figuras como St. Vincent, Rufus Wainwright o Mercury Rev. Y B. J. Cole, venerable ejecutante de ‘pedal steel guitar’ cuyo currículo cubre desde Elton John (‘Tiny dancer’) a Björk.

‘Riders of the canyon’, el álbum, ha sido saludado con comentarios elogiosos de la prensa ‘anglo’ e internacional, incluyendo una crítica de la prestigiosa revista británica ‘Uncut’, donde fue calificado de “sublime” y puntuado con un 9 sobre 10. Con todo ello, la buena disposición de músicos que admiran y los piropos publicados, ellos se sienten validados, si bien manifiestan cierta desazón ante la tibia respuesta a escala industrial. “Sentimos que hemos cavado un túnel, un trabajo soterrado muy importante, y nos sorprende que no haya quien haga la otra mitad del camino, que es ponernos en órbita. Sería lo natural”, cavila Víctor Partido. “Quizá estemos en el lugar y en la época equivocados. Pero no nos levantamos por la mañana pensando ‘qué injusto’”. La criatura camina sola, van surgiendo bolos (el 19 de noviembre, en la Nova Jazz Cava de Terrassa) y ellos ya piensan en un segundo álbum, advierte Joana Serrat. “Esto no es una anécdota”.