Luto en el cómic

Muere el dibujante Francisco Ibáñez, el padre de Mortadelo y Filemón

Creador de 'Pepe Gotera y Otilio', 'El botones Sacarino' o '13 Rue del Percebe', ha dejado un legado de 70 años dedicados a la viñeta.

PERFIL: El contable que vio que lo suyo era dibujar 'mortadelos'

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Muere Francisco Ibáñez

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Francisco Ibáñez, posiblemente el más icónico dibujante e historietista español, ha fallecido este sábado a los 87 años, según ha confirmado el grupo editorial Penguin Random House.

"Nos deja el enorme legado de su lucidez, sentido del humor y más de 50.000 páginas con personajes memorables que han hecho felices a un gran número de lectores", ha añadido la editorial a través de un comunicado en sus redes sociales.

Su impronta en el mundo cultural y a nivel social es tal que las palabras de lamento por su pérdida y reconocimiento a una obra que logró el milagro de acompañar a millones de jóvenes de diferentes generaciones a lo largo de casi 70 años de producción no han parado de sucederse, desde sus propios lectores a otros colegas de profesión e, incluso, los principales líderes del país.

Personalidades políticas como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, o el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se han sumado a las reacciones de homenaje.

El creador de personajes del cómic infantil y juvenil como 'Mortadelo y Filemón', 'Rompetechos', 'Pepe Gotera y Otilio' o el 'El Botones Sacarino' entre otros, o de series tan populares como '13 Rue del Percebe', tuvo una prolífica carrera que se ha alargado hasta estos últimos días, siempre con la convicción de que lo de la jubilación no iba con él por un talento innato para la creación a partir de la realidad de cada momento y un amor desmesurado por la historieta que se convirtió en su modo de vida.

Nacido en Barcelona el 15 de marzo de 1936, Ibáñez profesaba auténtica devoción por los tebeos desde bien crío. Seguidor de autores como Escobar, Peñarroya o el belga Franquin, con tan solo 11 años publicó su primer dibujo en la revista ‘Chicos’: era la cara de un indio americano. A partir de ahí se desencadenó una pasión editorial que le llevó a cristalizar sus primeras historiestas en revistas como 'La Rosa' o 'Paseo infantil'.

Francisco Ibáñez

Francisco Ibáñez / Elisenda Pons

Conocido como el "maestro" dentro de la profesión y referente para todas las generaciones de dibujantes que vinieron después, Ibáñez dejó con 21 años su trabajo fijo como contable en el Banco Español de Crédito para dedicarse completamente a su pasión de dibujar historietas.

Pese a la oposición de sus padres ante esa decisión, ingresó en la factoría del tebeo que fue la legendaria Bruguera -que ya acogía a otros personajes de historieta populares de la época, como 'Zipi y Zape' de otro mito de la viñeta como era Escobar-y de ahí, hasta hoy, prosperó con millones de cómics vendidos (más de 30 desde finales de los 80, cuando empezó a publicar con Ediciones B). Ibáñez, siempre discreto pero con una permanente sonrisa pícara en el rostro, recordaba que lo suyo era “trabajar, trabajar y trabajar”. Es decir: “Dibujar, dibujar y dibujar”.

Los personajes más populares del creador

Un año más tarde, en 1958, la pluma de Ibáñez creó la primera versión de quienes serían sus personajes más populares, la pareja de detectives tocados por el humor del absurdo 'Mortadelo y Filemón'. Las primeras apariciones de la pareja, que en un inicio parodiaban a los famosos Sherlock Holmes y Watson, tuvieron lugar en la revista 'Pulgarcito', y desde entonces la pareja iría creciendo en personalidad propia y en reconocimiento del público. En 1969, 1974, 1975 y 1976 la serie fue reconocida con el galardón Aro de Oro a los personajes infantiles más populares.

En 1970 nació la revista 'Mortadelo', una nueva muestra del éxito de ambos personajes, en un momento en que el universo de los dos detectives ya era el que ha llegado hasta hoy, con la agencia secreta T.I.A. y todos los personajes que lo conforman, el Súper, el profesor Bacterio o la secretaria Ofelia, entre otros. Mortadelo era ya, además, el rey del transformismo que se conoce actualmente.

La popularidad del dúo no decayó en absoluto en las décadas posteriores, más bien al contrario: tras varias modestas películas de animación carne de videoclub, 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón', el primer intento de trasladar al celuloide con personajes reales, se saldaba en un auténtico éxito de público y crítica, en una obra dirigida por Javier Fesser que conseguía captar totalmente el espíritu arrollador que Ibáñez imprimió al cómic y que recogía con gran respeto las singularidades del universo creado por el barcelonés, con Pepe Viyuela interpretando a Filemón y Benito Pocino en el papel de Mortadelo, y que luego generaría una secuela.

Medalla de Oro al Mérito de Barcelona

Pero la capacidad inventiva de Ibáñez no se quedó nunca limitada a la pareja que le dio la fama. En una muestra de prolijidad, creó también varios personajes que recibieron igualmente el reconocimiento del público, como 'El botones Sacarino' -donde rememoraba su propia época como botones de banco-, 'Rompetechos' -del que siempre ha confesado que era su personaje preferido y en el que se veía representado- o la archiconocida '13 Rue del Percebe', una serie a la que productos televisivos como 'Aquí no hay quién viva' deben buena parte de su esencia.

En 1985, el dibujante barcelonés abandonó la Editorial Bruguera por desavenencias con la dirección y buscó nueva casa para sus personajes. Mientras se aclaraba la propiedad de las creaciones, pactó con la editorial Grijalbo crear dos nuevas series, 'Chicha, Tato y Clodoveo' y '7 Rebolling Street', la primera destacando la virtud de Ibáñez a la hora de concebir personajes muy caracterísiticos de la época en que dibujaba y la segunda como respuesta del autor con una versión casi mimética a '13 Rue del Percebe' ante la frustración de no poder seguir desarrollando el mundo que él mismo había creado.

Sin embargo, en 1988 nació Ediciones B, que adquirió todo el fondo editorial de Bruguera, y los responsables de la nueva firma llegaron a un acuerdo con Ibáñez para que volviera a los personajes que le habían dado la fama y que ya no abandonaría. Cada vez más 'Mortadelo y Filemón' eran protagonistas de largas aventuras que reflejaban la situación social de la España del momento. Por la pluma del barcelonés pasaron olimpiadas, mundiales de fútbol, elecciones o la llegada del euro, entre otros.

En todos sus años de trayectoria, Francisco Ibáñez ha publicado 150 títulos de 'Mortadelo y Filemón', álbumes que han traspasado las fronteras llegado a países como Alemania, Brasil, Portugal, Dinamarca, Italia, Grecia, Finlandia, Suecia o Francia. Y eso sin contar que, además de su traslación en películas de animación como en filmes de personajes reales, también han tenido versión en el universo de los videojuegos y en el de la televisión, a través de series animadas.

Sin voluntad de jubilarse, los reconocimientos le iban llegando de manera sucesiva hasta el mismo día de hoy.

En 1994, Francisco Ibáñez recibió el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona, y en 2002 se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Y Bruguera estaba preparando un libro de homenaje a su autor más célebre, aquel que devolvió la sonrisa y la carcajada a miles de jóvenes y no tan jóvenes.