Entrevista

Rocío Molina: "'Carnación' te puede desmontar ética y moralmente"

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Rocío Molina

Rocío Molina / Simone Fratini

Marta Cervera

Marta Cervera

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Tras triunfar en el TNC con la 'Trilogía de la guitarra' Rocío Molina regresa a Barcelona con su último espectáculo 'Carnación' (Mercat de les Flors, de viernes a domingo). Se trata de una propuesta performatica donde la premiad 'crack' del flamenco contemporáneo más libre y radical se alía con el iconoclasta cantaor Niño de Elche. Dos monstruos a los que acompaña en este viaje el músico Pepe Benítez (piano y electrónica), la violinista Maureen Choi, la soprano Olalla Alemán y la Coral Càrmina.

En 'Carnación' explora el deseo. ¿Qué tipo de deseo exactamente?

Bueno, es complejo. Hay conceptos que todos conocemos pero de los que nos cuesta hablar. No estamos hablando tanto del deseo, de la falta de lo que quieres, de lo prohibido o de lo extraño, de lo otro. No hablamos tanto de ese deseo, sino de como, de alguna forma, nos dejamos conmover por la decepción para que no te estrangule el deseo. No hablamos del deseo de consumir cosas o de la gula sino de un deseo muy espiritual.

¿Espiritual?

Hablamos del deseo más necesario que existe. Al final es como un acordar, nunca mejor dicho, también los elementos que aparecen en la escena donde trabajo con una cuerda que ata y braza. Un abrazo que abordamos en todas sus vertientes. Aunque no lo parezca todo parte desde el cuidado pero ese abrazo que te puede ahogar, te puede estrangular o te puede hacer descansar.

Hay amores que matan.

Un abrazo que te puede ahogar, esto solo se me ocurre que es el amor máximo, que te pierdes porque te entregas demasiado claro. El amor está presente en la obra y al final vence al deseo.

Con los años explica mejor sus espectáculos.

Pero me sigue costando concretar porque 'Carnación' es una obra en la que te tienes que perder para empezar a entender. En ella sigue estando en la extrañeza porque parte mucho también de una frustración. Es una obra que como espectador tienes que saber que te desmonta tus ideales y tu sentido porque lo que ves no se relaciona. Si se confunde con tu ética y tu moral puedes entrar en conflicto. Pero si te dejas llevar por lo más sublime o por la belleza de lo que ocurre en escena con sus oscuridades, sus triangulaciones, su violencia y sus cuidados, puedes hacer un viaje mejor.

¿Qué ha ocurrido hasta ahora entre el público? ¿Cómo ha reaccionado?

Bueno, hay de todo y eso es lo bonito. Es una obra que te pone frente a ti mismo. Enfrentarte contigo o con aquello que te crea conflicto no suele gustar a nadie. Hay personas que directamente se van y hay otras que se quedan toda la obra para abuchearte al final. Pero hay personas que te dan las gracias como de por vida por lo que les has hecho sentir.

¿De dónde sale la idea de 'Carnación' y qué parte juega Niño de Elche en ella?

Esto sale de una cosa mía pero que él también sentía, por eso hemos conectado enseguida. Después de la trilogía [de la guitarra] había una parte de mí que se estaba desbordando, incluso aparecía mientras estaba creando la trilogía. Era algo que llevaba dentro y se me derramaba solo. Mi trabajo siempre habla de situaciones personales en las que me he encontrado. Es muy autobiográfico.

Y cómo apareció Niño de Elche, un ser tan radical como tú pero en el cante. Un alma gemela tal vez.

Todo partió de algunos conceptos en una improvisación que hicimos. Cuando nos sentamos a trabajar descubrimos que nos interesan los mismos temas. Cada uno desde un lugar. Yo desde una experiencia personal muy concreta y Paco desde sus propios deseos. Teníamos eso en común.

Cuénteme el proceso creativo.

Trabajar con Paco ha sido maravilloso. En la obra nos sostenemos el uno al otro. Él y el resto del equipo han sido mis pilares porque todos me han acompañado en este viaje: Juan Cruz, Julia Valencia, Carlos Marquerí, Leandro Caló. Ha sido un acompañamiento muy sanador. Yo propuse unos temas e imágenes concretos pero cada uno se reconocía en ellos y aportaba cosas. Todos sentíamos ese abrazo del que antes hablaba, la verdad.

Habla de sanación pero pensaba que la trilogía ya había servido para eso, para devolverle la ilusión por el baile tras la maternidad en la que tuvo que superar una depresión posparto.

La trilogía significó un renacer para mí. Fue un renacimiento que surgió desde la tiniebla y desde lo más profundo. La sanación y la verdad pasa por la aceptación, por un desapego. Sanas cuando te aceptas.

¿Por qué escogió 'Carnación' para el título? El concepto alude al proceso pictótico de coloración de la carne.

Trabajábamos sobre conceptos de Eucaristía. Nos gustaba la idea de convertir la carne y de trasnsformar el agua en vino. Es como devolver la carne a la vida, de sumarle el alma. La encarnación y el sentido de la carne eran muy importantes. Y eso nos llevó a carnación. Toda obra de arte has de tener alma.

Niño de Elche ya participó con Israel Galván en otro espectáculo. ¿Qué aporta su música a 'Carnación?

Su amplitud de miras. ¿Dónde cantamos? ¿Dónde bailamos? ¿Dónde está todo esto? Él está y no está. Paco está presente durante una hora cuarenta o casi dos horas del espectáculo pero todo lo que hace parte del cuerpo. No es que se haya convertido en bailarín pero trabaja desde el cuerpo, aunque hay alguna pinceladita de un cante por seguirillas.

A él ya le vimos en 'Mellizo doble' con otro 'crack' del flamenco más vanguardista, Israel Galván.

Paco hace muchos experimentos. Aquí su cuerpo y el mío se encuentran. Nos usamos como cuerpo, no mantenemos el concepto de tú músico, yo bailarina. La idea era cuidarnos en lo más íntimo. Entre nosotros se creó una energía la primera vez que hicimos juntos una improvisación y no podíamos dejarla porque era muy fuerte. Lo creamos más como 'performance' que como un espectáculo, aunque con el tiempo me doy cuenta de que es una gran obra.

La última vez que estuvo en el Grec el público la vio embarazadísmo en 'Grito pelao' donde actuaba con otra cantante, Silvia Pérez Cruz.

Aunque son diferentes, en aquella propuesta también había un trabajo cuerpo a cuerpo que patía de una situación personal. Mi trabajo siempre va a ser de cuerpo a cuerpo, entendiendo la diferencia de cada uno. Lo sorprendente de Paco es la delicadeza y la dulzura con la que me ha escuchado y me ha acompañado.

Cambiando de tema ¿qué opinas del retroceso en la Cultura tras la reaparición de la censura y la cancelación de cuatro espectáculos en lugares donde Vox ha ganado poder?

Me parece ridículo. Esto no puede ir a ningún lado.

¿Estás asustada?

No, no me asusta para nada. Eso es lo que quisieran, pero es lo último que van a conseguir. Ya se han levantado muchas voces en contra. Que se asusten de ellos de la fuerza y el poder del arte y la creación. Claro, pasa que eso, la creación y el arte da libertad y eso es lo que este tipo de personajes no quieren.