La caja de resonancia

Barcelona no es perfecta: Peter Gabriel pasa de largo

El cantante británico sale de gira por Europa por primera vez en nueve años y nos excluye: pesa el pinchazo de su concierto orquestal de 2010 en el Palau Sant Jordi, al tiempo que el desencuentro nos recuerda ciertos déficits de fluidez en el diálogo con figuras históricas del pop y el rock

CONCIERTO DE PETER GABRIEL EN EL PALAU SANT JORDI

CONCIERTO DE PETER GABRIEL EN EL PALAU SANT JORDI / ELISENDA PONS

Jordi Bianciotto

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Para que no digan que nos ponemos triunfalistas cuando hablamos de Barcelona: Peter Gabriel está de gira por Europa estos días, por primera vez en nueve años, y no tiene a bien visitarnos. Y ofrece 22 conciertos, algunos de ellos en ciudades medianas como Burdeos, Lille o Verona. Tampoco nos incluyó en su ‘tour’ anterior, el del 25º aniversario de su álbum más popular, ‘So’.

¿La razón? Resulta determinante el pinchazo de público en su última visita, en 2010, a un Palau Sant Jordi al que solo se acercaron unas 4.000 personas (y una cifra semejante registró su fecha en Madrid). Es cierto que era un concierto extraño, orquestal y basado en las versiones de canciones ajenas, ¿pero qué promotor se arriesga después de aquello? Aunque se suela pensar que es el artista quien elije las plazas donde actúa, lo más corriente es que vaya allá donde le llamen. No es que Peter Gabriel nos castigue con la indiferencia: es más bien al revés. Y las promotoras son empresas privadas, no instituciones filantrópicas.

Hablo de Gabriel porque mi amigo Maciek, polaco-catalán (valga la redundancia), ha ido a verlo hace unos días a Amsterdam y me habla de las excelencias del concierto, con esa banda de resolución infinita (Tony Levin, David Rhodes, Manu Katché), el ‘show’ imaginativo y el repertorio imperial. Con nuevas canciones: sin hacer mucho ruido, el excantante de Genesis está publicando un nuevo álbum por etapas (el primero en dos décadas), y místico él, lo hace de un modo original: un tema cada mes, coincidiendo con las noches de luna llena. Ya lleva seis canciones y se espera que el disco completo, ‘i/o’, vea la luz a final de año.

Pero el desencuentro con Gabriel no es un caso tan excepcional, y nos trae a la memoria otras disrupciones en nuestros escenarios cuando hablamos de leyendas del pop y el rock. The Who ha tardado 60 años en debutar en Barcelona, y la otra noche no llenó (ni mucho menos) el Sant Jordi.

Y hay una lista de artistas de la primera división que nunca se han dejado caer por aquí (ni por ninguna otra ciudad española) en sus rondas europeas: del ya imposible Tom Petty a Fleetwood Mac, pasando por Steely Dan, John Mellencamp, la ELO de Jeff Lynne o el extinto grupo Rush. Por no hablar de la diva Barbra Streisand. O en las ligas de culto rockero, la muy codiciada Tedeschi Trucks Band. Nadie es perfecto, ni siquiera Barcelona, que aunque pueda ponerse estupenda luciendo su liderazgo ibérico, a veces se deja deslumbrar por las vedetes del momento y no está por lo que hay que estar.

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