Segunda jornada del festival

Tres perlas del viernes de Sónar: un café con Merca Bae, pantallas hipnotizantes y un carnaval sin samba

Tres perlas del Sónar: un café con Merca Bae, pantallas hipnotizantes y un carnaval sin samba

Tres perlas del Sónar: un café con Merca Bae, pantallas hipnotizantes y un carnaval sin samba / Jordi Otix

Ignasi Fortuny

Ignasi Fortuny

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"¡Son solo las 17.15, eh!"

Un tío, parte de un grupo de colegas de esos que hace años que vienen al festival, advertía a sus amigos: "¡Son las 17.15 solo, eh!". Pinchaba el dj y productor español Merca Bae, uno de esos artistas que tienen la difícil papeleta de calentar las horas iniciáticas de la fiesta. Poquísimo después el mismo hombre gritaba -un llano "¡vamos!"- cuando el músico acababa de desabrochar el enésimo ritmo para que la energía sobresaliera del escenario hacia el público. Un 'sound-system' multiestilo provinente del '2048' (título del 'show'), el futuro con la marca de Merca Bae que despierta quien sea a la hora del café.

El poder paralizante de Manabe

El artista japonés Daito Manabe, habitual del Sónar, tiene un poder hipnotizante. A través del sonido y las pantallas (las seis verticales y la horizontal que gobierna el escenario +D), sitúa a los espectadores frente a sí y los paraliza, los somete. Música y vídeo se unen para una pócima que componen una 'perfomance' que el numeroso público que congregó el japonés sintió como una experiencia visual. En medio de un público inmóvil, un chaval se mueve bruscamente siguiendo el ritmo espasmódico al que crece el monstruo azul que se proyecta en la pantalla. A su alrededor, todo quieto, menos las imágenes que evolucionan sin parar.

Un carnaval sin samba

En un macrofestival como este es difícil luchar contra los peces gordos que, en este caso, actúan a poquitos metros de ti y atreaer al público. Pasó con The Blessed Madonna -reina del anochecer desde el escenario grande- y el 'b2b' (dos djs pinchando simultáneamente), de BADSISTA y Cashu, aunque ambas artistas brasileñas, provinentes del 'undergorund' 'queer' de Sao Paulo, estuviesen brindando desde el escenario ritmos frenéticos al demandante público. Un carnaval para devotos de la electrónica (aquí no hay samba) y amantes del uno contra uno, del campo de fútbol o la tabla de mezclas.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS