Crítica de cine

'El colibrí': retazos de una vida

Francesca Archibugi: "Raramente podemos ver cine español en Italia"

'La sirenita': lentejuelas y purpurina bajo el mar

La película repasa su existencia desde la cuna hasta la tumba de un hombre anclado a un inmovilismo infundado

'El colibrí'

'El colibrí' / EPC

Nando Salvà

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El colibrí es un pájaro que, gracias al aleteo constante de sus alas, se las arregla para permanecer en un punto fijo en el espacio, resistente al azote de los vientos. Y lo mismo puede decirse del protagonista del nuevo largometraje de la italiana Francesca Archibugi, un hombre anclado a un inmovilismo infundado e incapaz de entregarse a los vaivenes de la vida. La película repasa su existencia desde la cuna hasta la tumba, dando saltos adelante y atrás en el tiempo a lo largo de ella para contemplar momentos de alegría y de tristeza, y el resultado es un melodrama ambicioso pero esencialmente banal.

‘El colibrí’ da mucha importancia a su construcción no lineal, y ese método narrativo acaba resultando más problemático que ventajoso. No solo confunde la percepción temporal del espectador a pesar de los intentos de Archibugi de ir identificando las diferentes épocas que el relato recorre a través del maquillaje y las prótesis de los actores. También hace que resulte difícil sentir una conexión emocional con los infortunios y revelaciones que el protagonista experimenta a pesar del empeño que pone en exagerar el sentimentalismo a través de artimañas dramáticas: el recurso excesivo a las coincidencias y los caprichos del destino por parte del dispositivo argumental, por ejemplo. El retrato que hace de él, en última instancia, no llega a ser más que un bosquejo.