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Laura Fa en 'Sálvame'

Laura Fa en 'Sálvame' / TELECINCO

Laura Fa

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Llegué a 'Sálvame' por casualidad, en 2016. Bueno, por casualidad no. En 'Sálvame' nada es casualidad, todo es producto de las mentes pensantes de La Fábrica de la Tele que se estrujan la cabeza para crear un mundo de entretenimiento que nos vuelva locos a todos. Se inventaron ese año un 'mini reality', la ‘Sálvame Snow Week’, en la que 16 concursantes luchamos por el premio final: ser el nuevo colaborador del programa. Para una periodista del corazón como yo era llegar a lo más alto.

Llevaba años en 8tv, donde se emitía, con más divertimento que presión, el programa ‘Arucitys’. Para poner un símil, yo jugaba en el Europa, feliz y contenta, y de golpe vino a ficharme el Real Madrid. ¿Cómo iba a decir que no? Recuerdo perfectamente la conversación con Oscar Cornejo y todas mis dudas. ‘¡Ay madre, Oscar! ¡Que no sea muy 'friki' por favor!’. ‘No te preocupes’, me dijo. ‘Te lo vas a pasar bien’ fueron sus palabras.

Fui la primera concursante confirmada y estaba ansiosa por saber quiénes iban a ser mis compañeros. Y empezaron las sorpresas.  En 'Sálvame' la base es descolocar al colaborador para convertir sus reacciones en parte del espectáculo. Y a mí de dejaron ya en shock. Rafa Mora, Chiqui, Antonio Tejado, Mónica Hoyos y Javier Tudela, entre otros, iban a ser mis rivales. Lo reconozco, empecé a hipeventilar. Quién me iba a decir que con el tiempo Rafa Mora, por ejemplo, iba a ser uno de mis apoyos durante todo esta andadura. Y que Gema López, María Patiño o Belén Esteban se convertirían en mis amigas y hasta llegaría a entenderlas. Yo, que tantas veces había alucinado con la vida de Belén, ahora la entendía. ¡De locos!

Desde ese mismo momento aprendí que la gracia de 'Sálvame' era perder el control, jugar sin miedo y divertir al espectador, muchas veces a costa de nuestros propios límites.

Después de concursar durante dos semanas encerrada en un hotel de Huesca, quedé primera y gané un contrato de 3 meses que se ha ido alargando hasta día de hoy.

Es historia

¿Que pasó por mi cabeza en ese momento? Casi lo mismo que pasa a día de hoy cuando se acerca el final. ‘Estoy en un programa que es historia, estoy y voy a formar parte de él, wow’. Porque' Sálvame', con sus aciertos y con sus errores, es historia. 'Sálvame' ha inventado un lenguaje televisivo, un ritmo escénico, una neo-realidad loca, un submundo del que todos formamos parte, los que estamos en plató y los que están en sus casas.

Estos años siempre me preguntan lo mismo: ‘¿Pero todo lo que hacéis es real o lo pactáis antes?’. Y yo río y respondo: ‘Ojalá fuera pactado!’. La gracia es que todo ha sido tan real que no ha habido, en muchas ocasiones, la posibilidad de evitar algunos errores.

'Sálvame' ha evolucionado como lo ha hecho la sociedad. Revisando vídeos de los inicios, se producían broncas que ahora serían impensables. Pero es que así es la vida. La sociedad evoluciona y nosotros también. Pero también el plató ha vivido situaciones llenas de libertad donde desde el primer día se ha hecho pedagogía contra la lgtbifobia y donde algunos, incluso, hemos podido luchar contra el machismo. Con la llegada de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva',' Sálvame' se tuvo que reinventar y aprender a marchas forzadas qué era la violencia de género y qué era el peso del patriarcado en la prensa del corazón. Qué pena que una de las mejores cosas que ha hecho La Fábrica de la Tele sea la que le ha pasado mayor factura. Que seamos maricones y un poco de izquierdas, vale, pero que encima seamos feministas, ¡eso ya sí que no!

Profesionalmente, 'Sálvame' ha sido un tsunami en mi vida totalmente irrepetible. Por eso, ahora que llega el final, es imposible no sentir esa tristeza que se produce, por ejemplo, con una ruptura sentimental. Tu pareja te deja y estás triste, tienes miedo, no sabes si vas a volver a enamorarte igual, no sabes si todo te va a parecer poco.

Toca volar y decir adiós. Qué lástima que sea un adiós tan gris, por las formas. La semana anterior nos habían reunido para tranquilizarnos. ‘Chicos, esto no se acaba, hay muchos proyectos para el universo' Sálvame’. Alucinante. Sí, las formas no han sido las correctas. Pero eso que más da. Toca irse con la cabeza bien alta porque lo hemos hecho muy bien.  

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