Fenómeno en Montjuïc

Duki toma el Sant Jordi como imparable astro urbano

El rapero argentino escenificó su ascenso meteórico en un concierto arrollador en el que consagró su poderío generacional y fundió su ascendiente en el trap con la sonoridad rock inyectada por una banda de cuatro músicos

Jordi Bianciotto

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La música urbana ha entrado en tromba en el ‘star system’ y desde Argentina llegó Duki, figura con ascendiente trapero y desvíos de reguetón, afín al gancho pop y, por lo visto este viernes, entusiasta de sonoridades rockeras con honda tradición en el país austral. Rapero de contornos amplios, de lengua supersónica e imperial puesta en escena, brindó una aparatosa demostración de poder en el primero de sus dos conciertos en el Palau Sant Jordi, ambos con las entradas agotadas.

Se había podido ver a Duki en Apolo y en el Primavera Sound, pero lo de ahora responde a otra escala. Más cerca del ‘stadium rock’ que de la tradicional parquedad escénica y sonora de muchos ídolos urbanos. Los críticos con la ausencia de instrumentistas en muchos conciertos del ramo no se quejarán: aunque Mauro Ezequiel Lombardo Quiroga arrancó la sesión solo en escena con una cita a su éxito ‘Givenchy’, un grupo de guitarra, bajo, teclados y batería le arropó a partir de la atronadora ’Rockstar’.

Invectivas metaleras

Duki dice ser fan de grupos de nu metal de los 90 como Linkin Park, y ahí sonó más cerca de eso, y de Cypress Hill, que de Maluma (en contraste agudo con los registros discográficos). Al menos en Argentina, el país de Charly García y Spinetta, el rock sigue siendo sexy. Llamaradas dignas de Rammstein acompañando rimas en ‘autotune’, lo nunca visto. Y la máquina de ‘hits’, sin dar tregua: de ‘Tumbando el club’ y ‘Si te sentís sola’ a ese ‘Volando bajito’ con guiño a nuestra celebridad global: “Soy un jodido, tenue rebeldía / Le doy con altura, como Rosalía”.

No fue un ‘show’ lineal, sino que Duki dedicó parcelas a temas más minimalistas, como ‘Vuelta a la luna’ o ese ‘Otro level’ presentado como “columna vertebral del trap argentino”, que resonó con poderío. Y números muy pop, como ‘Pinifarina’. Paladeando el momento, tachó su reencuentro a lo grande con Barcelona de “noche histórica” y mostró empatía al detener el concierto un par de veces para reclamar que repartieran agua al público apelotonado en la pista y pedir que la concurrencia se esponjara para evitar males mayores.

Duki atento y dominador, y hospitalario al recibir siempre en escena a alguno de sus amigos: en el Sant Jordi fue el rapero hispano-argentino Dano en ‘Santo Grial’. Detonación con las ‘BZRP music sessions 50’, con la pista en llamas, ampliando el encuadre estilístico, y trofeos como el popular ‘She don’t give a FO’ y ese reguetonero ‘Si quieres frontear’, crecido con un reforzado aparato rockero. Un hallazgo este que bien podría explorar y trasladar al estudio: ¿para cuándo la oficialización del perreo-metal?