'Scratch' pone en tela de juicio el empoderamiento femenino a ritmo de beat

El deseo femenino, el empoderamiento de la mujer y su capacidad real para actuar libremente, de flirtear tanto como quiera y de vestir como le de la gana. De eso y de otras muchas cosas va 'Scratch', la nueva obra de AKA Teatre que se programara el el Off de La Villarroel alternándose con 'Cost de vida'.

La actriz Clara Mingueza, elegida en un cásting, es la protagonista única de este espectáculo que pone en tela de juicio muchos debates que están a la orden del día. "La obra reivindica el derecho de las mujeres a ser libres, a probar cosas diferentes, a emborracharse y a vestir como les de la gana. Los límites deberían establecerlos ellas mismas", afirma Daniel J. Meyer, autor del texto. "Tengo la sensación que ha habido cierta retroceso en los últimos tiempos en el marco mental de la gente. Hemos vuelto a un cierto puritanismo", comenta el creador que la escribió en pleno confinamiento. Se estrenó en El Molino este verano durante el Festival Grec y también se vio en el Festival Termporada Alta. Mañana empiezan las funciones en La Villarroel.

Gran parte de la obra transcurre en una discoteca donde su personaje actúa como DJ. Allí con su peluca rubia y desde el podium de DJ Laureen ejerce su poderío, marca el ritmo de la pista pero también flirtea, baila, se desinhibe y fantasea con su deseo sexual. Pero ¿puede ser realmente como quiere? ¿Será malinterpretada por ellos? ¿La pondrá en peligro?

"La obra habla de las relaciones de poder y de la ambigüedad en las que muchas veces navegamos", dice la directora Montse Rodríguez Clusella. "Muestra a una mujer que necesita ser escuchada". El reciente caso de Dani Alves, sin duda, una violación para la chica que le denunció y sexo consentido, según el jugador, que sigue en prisión, entra de lleno en el tema de la libertad de una chica para decidir aquello que quiere hacer, para ser escuchada y respetada. Seguro que dará que hablar.

Del beat a la guitarra

En la intimidad de su casa, sin embargo, esa DJ abierta y poderosa se transforma en Laura, un ser menos extrovertido que busca un simple abrazo y algo de ternura. La música también la acompaña en su hogar a través de melodía a voz y guitarra en las que se refugia y donde refleja su lado más vulnerable mientras alimenta su sueño de convertirse en artista indie. Las melodías, por cierto, han sido creadas por Paula Jornet en base a unos poemas del autor de la obra. "Lo que me atrajo más del texto es el deseo vital de mi personaje, un motor muy 'heavy', y cómo la sociedad le impide expresarlo libremente", apunta Clara Mingueza, que aprendió a tocar la guitarra para poder hacerse con el rol. Y añade: "Me interesan las contradicciones que plantea el texto. Ella acaba sintiéndose culpable porque el mundo la culpabiliza. En la música electrónica hay pocas mujeres. Eso la lleva a sacar su parte más agresiva y a construirse una coraza para protegerse".

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