Lucas Bun: "Lo diferente y original siempre acaba encontrando el camino"

En lo suyo se funden los ecos de los boleristas clásicos, un sutil melisma flamenco y el contraste del tacto electrónico movedizo. Y por encima de todo, esa ‘voz de oro’, como ya se la etiquetado, que deja una estela de piropos allá donde va, como fue el caso de su actuación, el pasado noviembre, en la gala Català de l’Any, en la sala Oval del MNAC.

Tras un reguero de canciones sueltas publicadas desde el verano de 2020 es, por fin, la hora de Lucas Bun, que dispone de un flamante álbum de debut, ‘Por empezar’, que ve la luz este viernes. Un álbum encabezado por la pieza titular, de Luis Troquel (autor de canciones y periodista de este diario), simbólica del punto en que se encuentra. “Parece que tengo un largo recorrido detrás, pero todo empieza con este disco, ese camino que no llega, que se te escapa”, reflexiona. En contraste, ‘El tiempo me esperará’ cierra el disco con un mensaje “contrario”, apunta. “De que yo voy haciendo y que todo llegará”.

Desde Boston

Lucas Bondia, ese es su nombre legal, responde ahora por Lucas Bun atendiendo al moño (‘bun’, en inglés) con que se recogía la melena en otros tiempos. En su infancia fue jinete profesional (llegó a ganar un Campeonato de España), pero “la música, el piano, siempre estaban presentes”. Estudió en L’Aula y en Berklee (Boston), donde coincidió con algún que otro talento catalán en ciernes (Marina Tuset, Vic Mirallas), y refinó su cantó estudiando mucho soul y góspel.

Antes de Berklee había montado una banda pop-rock en inglés, Octopus, pero una vez allí comenzó a cobrar forma el proyecto, muy distinto, de Lucas Bun, materializado ya de vuelta a Barcelona. Dejó que afloraran las latinidades que había respirado en casa (de Armando Manzanero a Luis Miguel) y se sorprendió un poco de sí mismo al comprobar que, al entonar el que sería su primer sencillo, ‘Caída del cielo’, le salía “una melodía con un punto flamenco”. No era tan raro, razona. “El flamenco siempre lo he tenido dentro”. En directo suele abordar un tema, ‘Dime’, de Lole y Manuel.

La sombra mala

Pero Lucas Bun no quería circunscribirse a una ortodoxia estilística, sino hacer “algo ecléctico, que pudiera sorprender”, y la electrónica “abre un universo de sonoridades”. De ahí al ‘autotune’, con el que deforma a placer su voz en ‘La maliciosa’. Tema este de texto propio que apunta a “la sombra mala que todos tenemos: los miedos, las obsesiones”. Tras trabajar con productores como el colombiano Julio Reyes Copello (ganador de un Grammy latino), en ‘Por empezar’ se vislumbra el potencial de su actual entente con Pau Aymí. “Todo lo que estoy preparando para el futuro es con él”.

Le gusta escribir sobre “emociones, sentimientos, nostalgia, amor y desamor”, enumera. Se ha hablado de él como del “último romántico”, un eslogan que le hace sonreír. “Es cosa de Luis Troquel, y me gusta”. Aunque el disco tiene más que ver “con desilusiones y corazones rotos” que con la sublimación del sentimiento.

Pero a Lucas Bun, fan de “grandes ‘frontmen’” rockeros como Freddie Mercury y Axl Rose, hay que verlo sobre un escenario, interpretando y paladeando su personaje. Habrá ocasión el 12 de mayo en Luz de Gas (festival Guitar BCN). “Me gusta transmitir ese fuego en el escenario y pensar que mis canciones transportan a la gente a otro lugar”, indica Bun, convencido de que “lo diferente y original siempre acaba encontrando el camino”.