Muestra gamberra y constructiva

Carlos Pazos y Eloy Fernández Porta dinamitan los límites entre buen y mal gusto

La exposición 'Bad painting?' reflexiona en Can Framis sobre el canon artístico con cuadros de pintores reconocidos cedidos por el MNAC, piezas del artista y obras de su colección de arte de rastrillo

Presentación de la exposición 'Bad painting'. Muestra en la que el artista conceptual Carlos Pazos y el pensador pop Eloy Fernández Porta reflexionan en torno a los cánones y la idea de gusto artístico.

Presentación de la exposición 'Bad painting'. Muestra en la que el artista conceptual Carlos Pazos y el pensador pop Eloy Fernández Porta reflexionan en torno a los cánones y la idea de gusto artístico. / Manu Mitru

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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Aunque rechazó ceder algunas obras para no disgustar a donantes, hay que aplaudir la valentía del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) por permitir al artista Carlos Pazos y al pensador y escritor Eloy Fernández Porta fisgar en su colección y prestarles 69 cuadros fechados entre 1850 y 1950 para la exposición 'Bad painting?' A las piezas cedidas por la institución y que seguramente nunca colgarán de sus salas se suman 14 de Pazos y 19 de la colección PazosCuchillo, anónimas o de creadores sin reconocimiento y adquiridas en rastrillos y sitios similares. La muestra se inaugura este martes y estará hasta el 4 de junio en Can Framis, el museo de pintura contemporánea de la Fundació Vila Casas.

El concepto de 'bad painting' fue acuñado por la comisaria Marcia Tucker en la exposición del mismo nombre celebrada en la galería neoyorquina The New Museum en 1978. La inauguración del Museum of Bad Art (MOBA) en Boston en 1993 y la muestra 'Bad painting-Good art' que acogió el Museum Moderner Kunst Stiftung Ludwig Wien (MUMOK) de Viena en 2008 son otros momentos clave de una corriente que cuestiona el canon artístico y las ideas de 'buen gusto' y 'mal gusto'. Fernández Porta, que se ha ocupado principalmente del cuerpo teórico de la muestra, reconoció que hay también "algún corredor" que la conecta con 'Cultura basura. Una espeleología del gusto', exposición comisariada por Jordi Costa en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) en 2003.

Imagen del ámbito 'El paladar de la canalla', de la muestra 'Bad painting?', en Can Framis.

Imagen del ámbito 'El paladar de la canalla', de la muestra 'Bad painting?', en Can Framis. / Manu Mitru

Pazos explicó que él y Fernández Porta se han "recreado" en 'Bad painting?' en reflexiones en torno a "qué es el buen gusto" y a la división aún existente entre "alta y baja cultura". Dos preguntas que lanzó dejan claras las intenciones de la muestra. "¿Son buenas todas las pinturas que están en museos?" y "¿son malas todas las pinturas que proceden de mercadillos y hasta de la basura?"

Por si quedaba alguna duda sobre las intenciones de la exposición, Fernández Porta la calificó de "gamberra y constructiva". El autor del ensayo 'Afterpop. La literatura de la implosión mediática' comparó 'Bad painting?' con un "acta de acusación sobre los criterios en los que se basa el buen gusto", con el tándem en el papel de "abogados del diablo". También describió la muestra con una "contrahistoria de la pintura catalana moderna".

Cinco ámbitos

La exposición tiene cinco ámbitos. 'Carrinclònia' está dedicado a cuadros de interior, naturalezas muertas y paisajes cursis, esa "sensibilidad aspiracional", en palabras de Fernández Porta, con la que la clase media-baja crea sus versiones de las formas estéticas burguesas o aristocráticas. A ver quién se atreve a elegir entre un bodegón de Francesc Marsá Figueras (reconocido) y uno de Bosch F. Cabestany (no reconocido). 'SU BLIM!' presenta pinturas 'arrebatadas' de temática religiosa, bélica o histórica. 'El paladar de la canalla' se centra en obras sobre la infancia y la maternidad. En esta sección deja boquiabierto 'Maternitat', propiedad del MNAC, un óleo anónimo que sin embargo está firmado Picasso, a juicio de Pazos porque a su autor "le quedó tan moderno que pensó ¡qué menos!" 'Desconfiguracions del desig' enseña lo que sucede cuando "los desnudos [femeninos] no consigue ser eróticos" e introduce en 'Bad painting?' la crítica de género. 'Camp i ploma', por último, se adentra en el irónico espíritu 'camp' desde una perspectiva 'queer'.

El punto final de la exposición alude al despertar del impulso artístico de Pazos: la pieza 'Colores España' representa una caja de lápices de colores.