Crítica de cine
'La novelista y su película': el cine como un acto libre, espontáneo
El prolífico Hong Sang-soo transmite la sensación de que de tanto rodar ha llegado a la depuración máxima
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La novelista y su pelicula
![Quim Casas](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/74ea7dd1-c4d0-4b33-bf06-cbb516da5662_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
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Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
El surcoreano Hong Sang-soo rueda mucho, una media de dos películas al año. Ante ‘La novelista y su película’, la sensación que se tiene es la de que de tanto rodar se llega a la depuración. En eso es distinto que Woody Allen, quien hasta hace poco también hacia más de una película al año, pero mostraba síntomas de cansancio. Por el contrario, ‘La novelista y su película’ es una suerte de epifanía, como si filme tras filme, en la última media década, todo estuviera destinado a llegar a hasta depuración absoluta del estilo de Sang-soo. Aunque pueda resultar algo frívolo decirlo, estamos ante la obra maestra absoluta del prolífico director.
La película reúne la galería habitual de personajes asociados al mundo del cine o la literatura: una novelista que quiere dirigir una película, una actriz, un realizador, un estudiante de cine, un poeta y la propietaria de una librería. Y, por supuesto, concentra un buen número de conversaciones alrededor de unas cuantas botellas de alcohol que los personajes consumen extravertidamente. Nada es impostado o pedante. Todo fluye con una enorme naturalidad marcada por una secuencia, al principio, que es un auténtico milagro expresivo, cuando una joven le enseña a la novelista el lenguaje de los signos. El filme reúne a la veterana Lee Hye-young con la joven actriz habitual del director, Kim Min-hee. Un sortilegio cinematográfico entre épocas.