Estreno en cines

Derrapando con un Lada: utopías y distopías a 21 grados bajo cero

La cineasta barcelonesa Laura Sisteró.

La cineasta barcelonesa Laura Sisteró. / EPC

Quim Casas

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Tolyatti es una ciudad rusa que vivió su esplendor en 1966, cuando albergó la fábrica de automóviles Lada. Hoy, como le ha sucedido a una ciudad de la potencia rival, Detroit, es una urbe en decadencia, símbolo de un esplendor perdido, el de la Unión Soviética. Hasta allí se desplazó la realizadora barcelonesa Laura Sisteró para rodar ‘Tolyatti adrift’ (‘Tolyatti a la deriva’), un filme que explora el malestar y la decepción de los adolescentes del lugar, gente que ha nacido con Vladimir Putin en el poder y no ha visto otra cosa que las reglas de Putin.

El proyecto se remonta siete años y medio en el tiempo, cuando Sisteró terminó sus estudios en Escac, en la especialidad de documental. “Con un amigo periodista buscamos diversos temas hasta que dimos con este, un artículo sobre la gran ciudad más pobre de Rusia”, nos explica la realizadora. “Nos preguntamos de inmediato como viven estos adolescentes. Y compramos los billetes de avión y nos dirigimos ahí. Hice entonces un ‘teaser’ esencialmente con entrevistas, distinto a lo que es el filme”. Se rodó en cuatro viajes de aproximadamente un mes de duración, entre diciembre de 2018 y febrero de 2020. En pleno invierno, a 21 grados bajo cero, “en un clima extremo, con condiciones muy duras”, y en pleno verano, cuando las temperaturas son muy altas.

La cineasta barcelonesa Laura Sisteró. 

La cineasta barcelonesa Laura Sisteró.  / EPC

La gestación real de la película duró cinco años, tiempo necesario para presentar el proyecto, ganar en los ‘pitching’ de San Sebastián, conocer a fondo a los jóvenes con los que se haría la película y filmarlos en su medio, explicando sus necesidades y sus urgencias. Uno de los jóvenes desea irse a trabajar a Suiza, donde la vida es mejor y se gana más dinero. Una chica exige qué en su país, en su ciudad, haya una educación de calidad.

“Lo que me enamoró de estos chicos”, explica Sisteró, “es verlos haciendo ‘drift’ (los derrapajes controlados en carreteras heladas) en los centros comerciales, el símbolo de la otrora prosperidad de la ciudad y de la antigua URSS, y como ellos se empoderan con los viejos coches que simbolizaron esa prosperidad”. Hay algo de la experiencia de conducir temerariamente sobre el hielo que conecta con la rebeldía de películas norteamericanas como ‘Rebelde sin causa’ o ‘Carretera asfaltada en dos direcciones’. En ambos casos, reflejos de países poderosos y sociedades prósperas en entredicho.

Sisteró pensaba en una estructura circular para su filme: “Dan vueltas en los coches simbolizando el modo en el que están atrapados en ese mundo. Por eso quería empezar y terminar en círculo, en pleno invierno”. La directora explica que cuesta mucho escapar de esta ciudad. El alquiler es similar al de otras ciudades rusas, pero los sueldos son muchísimo más bajos. “El viaje que inicié con este filme no terminará hasta que todos los que han participado lo hayan visto. Espero que esto ocurra cuando salga en plataformas”. La autora añade que Instagram y otras aplicaciones fueron prohibidas en Rusia hace meses, pero que estos jóvenes saben cómo buscarse la vida y acceder a ellas.

La directora tiene en mente un proyecto sobre Chonqing, la ciudad china actual con mayor crecimiento y con más cámaras de vigilancia por habitante. Está aún en proceso embrionario. “Me interesa buscar las distopías de hoy en día, detectarlas. Tolyatti era una distopía de la URSS: el mundo esplendoroso que ellos esperaban se rompe y queda oxidado”. Lo mismo puede pasar en China. Sisteró apunta para ello un interesante cruce, el de hacer ciencia ficción documental.

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