Crítica de música

Chispas, un mar de toses y la sonrisa de Sophie Mutter en el Palau de la Música

La violinista Sophie Mutter y su acompañamiento de cámara, anoche en el Palau de la Música.

La violinista Sophie Mutter y su acompañamiento de cámara, anoche en el Palau de la Música. / Antoni Bofill

Pablo Meléndez-Haddad

Pablo Meléndez-Haddad

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El nombre de la violinista Anne-Sophie Mutter es uno de los pocos que en el mercado de la música clásica vende entradas tan solo con anunciarse. Así sucedió en el concierto que la artista alemana ofreció el jueves en un Palau colmado de un público expectante que acudió a verla actuar junto a un grupo de cámara formado por jóvenes intérpretes recuperando un compromiso previo con el auditorio modernista que tuvo que cancelarse a causa de la pandemia.

El viaje comenzó en las raíces del género, con Franz Joseph Haydn y su 'Cuarteto de cuerda en Mi bemol mayor, Op. 20, N° 1', en el que los cuatro intérpretes caminaron juntos por senderos cargados de delicadeza y refinamiento procurando un fraseo contrastado y brillante. Se estableció un diálogo virtuoso de todas las voces y con chispas incluso simpáticas, como en el 'Minueto', el cual, sin embargo, acabó en un mar de toses en el patio de butacas, momento en el que Mutter propicio un aplauso con la perplejidad de su sonrisa. Costó recuperar la concentración y eso penalizó el delicado 'Sostenuto' incluso en la afinación –notorio en algún 'glissandi' algo forzado–, como también en algún acento desesperado en los ataques de la violinista Ye-Eun Choi en el 'Presto' del final. Se acopló sin problemas un voluntarioso Vladimir Babeshko en la viola.

Todo mejoró de la mano de Beethoven y de su 'Cuarteto de cuerda en Sol mayor, Op. 18/2', en el que el prodigio y la sabiduría de Mutter –con frases que eran todo emoción– contagió a sus jóvenes amigos, entre los que destacó un Pablo Ferrández absolutamente entregado al violonchelo, con una lectura de gran claridad y expresividad. El público quiso decretar el final del cuarteto al final del 'Scherzo' con un caluroso aplauso que redobló al final de la primera parte.

Para después de la pausa se dejó el 'Cuarteto de cuerda N°. 6, 'Study on Beethoven', dedicado a Anne-Sophie Mutter, del compositor alemán Jörg Widmann, una pieza con mucho sabor experimental cuya estructura explicó, didácticamente y con buen humor, la propia violinista.