Crítica de cine

Crítica de 'Noche de fuego': crecer con miedo

La directora Tatiana Huezo ganó una mención especial en la Quincena de los Realizadores del pasado Cannes por esta película que denuncia la indefensión de las mujeres de las zonas rurales de México frente a los cárteles de la droga.

Es una de las favoritas para entrar en el selecto grupo de nominadas en la categoría de mejor película internacional en los Oscar. Se trata de un original de Netflix que podrá verse en la plataforma a partir del 1 de febrero tras su paso por salas.

Fotograma de la película 'Noche de fuego'

Fotograma de la película 'Noche de fuego' / Netflix

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una madre excava un hoyo en la tierra. Parece una tumba, pero en realidad, es un refugio para su hija, para que se esconda. Viven solas en una tierra sin ley en la que, de vez en cuando, desaparecen niñas mientras reina el silencio y el miedo se filtra generando una herida. La supervivencia pende de un hilo, las mujeres están indefensas y tienen que cortarles el pelo a sus niñas para ocultar su identidad. Pero esas pequeñas, aunque estén dentro de ese entorno profundamente hostil, también experimentarán a su manera la infancia y más tarde la adolescencia. 

La directora Tatiana Huezo, que procede del documental, adapta de forma muy libre la novela 'Ladydi', de Jennifer Clement y a partir de ese material construye un imaginario propio muy poderoso y profundamente sensorial en el que converge el entorno rural, la inocencia y el constante estado de alarma. Así, asistimos al crecimiento de tres amigas que van construyendo su intimidad entre juegos y conexiones mentales. Su mirada limpia contrasta con la podredumbre moral que pulula en el ambiente, entre campos de amapola y jeeps negros con hombres armados. 

'Noche de fuego' es una de esas películas que van calando poco a poco por dentro, quizás porque tras sus imágenes, casi de forma abstracta y conceptual se cuela un subtexto (que es al mismo tiempo tan simbólico como de denuncia) en el que la violencia continúan estando presente como una condena hacia las mujeres.  

Suscríbete para seguir leyendo