Crítica de cine

Crítica de 'Sis dies corrents': el milagro de aunar ligereza y compromiso

La cineasta Neus Ballús realiza un emocionante homenaje a la profesión de su padre, fontanero, a través de una relato a medio camino entre el documental y la ficción cargado de humanidad y honestidad.

Fotograma de 'Sis dies corrents', de Neus Ballús

Fotograma de 'Sis dies corrents', de Neus Ballús / Lab Creative Studio

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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Neus Ballús ha cimentado su carrera en un espacio limítrofe entre la ficción y el documental, pero en 'Sis dies corrents' da un paso más allá a la hora de difuminar las barreras entre ambas disciplinas y construir un relato único y especial, recorrido por una verdad y una honestidad aplastantes. Lo hace no solo por su parte detrás la cámara, sino también a la hora de configurar una narración de una forma transparente y sincera a través de tres personajes, Pep, Valero y Moha, fontaneros reales, que adquieren una rotundidad expresiva que desarma por su capacidad de trasmitir sin filtros sus problemas cotidianos. 

A través de estos tres humildes héroes de la clase trabajadora nos acercamos a conflictos como el racismo, la intolerancia, los prejuicios sociales y el sentimiento de exclusión desde la más absoluta lucidez. 

La tarea de Ballús resulta titánica a la hora de organizar todo el material que registró durante el rodaje, disponiéndolo en una serie de episodios que corresponden a cada uno de esos seis días corrientes en los que la relación de los personajes irá variando al mismo tiempo que reparan averías en diferentes casas cuyas puertas se abren también al espectador. Resulta emocionante acercarse a una película hecha desde el compromiso y la reivindicación que está tan cargada de nobleza y que es capaz, a través de su humor y humanidad, de conectar de una forma tan sincera con el público. 

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